Hay que inventar algo para que el ganadero pequeño se motive y cambie la imagen de que esto es cosa de unos cuantos grandes
En un año de elecciones como este, recorrer la distancia entre el 1 de enero y el 31 de diciembre se nos podría figurar una eternidad. En cuanto se refiere a nuestro sector, el pasado año no fue el mejor en ninguno de los sentidos, y este, ya me gustaría equivocarme y que todo volviera a ser como en los mejores tiempos, en los que los recintos feriales se llenen de caballos y público y que cada morfológico sea un festival del caballo, pero me da a mí, que este año podría ser DEMASIAO LARGO
Dice un refrán que los años solo se parecen en lo largos y como todos los refranes también este tiene su razón de ser, 2023 tendrá como los demás 365 días pero apunta a que a los sufridos contribuyentes, a los currantes y a todos aquellos que no vivimos de la mamandurria del estado, recorrer la distancia entre el 1 de enero y el 31 de diciembre se nos podría figurar una eternidad, porque como pasa con la temperatura, una cosa es la real y otra como se dice ahora es la sensación térmica, que viene a ser como que una cosa es lo que te cuentan y otra muy distinta la dura realidad.
Un año con elecciones Regionales y Municipales ya, y las nacionales a la vuelta de la esquina. Significa esto, que la relajación de la administración de nuestro país se coloca en modo avión y no se mueve ni para tomar impulso al sentarse. Si a ello le añadimos la imparable escalada de los precios podemos pensar que llegar a fin de mes va resultar bastante complicado.
En cuanto se refiere a nuestro sector el pasado año no fue el mejor en ninguno de los sentidos, celebramos con gran satisfacción la salida del Covid pero perdimos demasiados amigos en la contienda, para colmo por otras razones distintas a la pandemia. En el último tramo del año se nos fueron algunos compañeros, ganaderos emblemáticos e insustituibles, personajes que dejaron huella por sus éxitos en todos los campos, entre ellos mi gran amigo y pariente Joaquín Conesa, como ganadero incomparable y como persona insustituible o el gran referente que lo fue Jaime Guardiola, con quien tantos ratos compartimos triunfos y debatimos los proyectos de nuestra asociación y con el que pudimos disfrutar el pasado SICAB, celebrando su buen estado de salud. Quien nos iba a decir que poco tiempo después nos dejaría para siempre.
Estos dos casos que cito por ser los más recientes, aunque hay varios más que nos dejaron anteriormente. Son personajes que pasaran a la historia de la cría del PRE, por haber sabido mejorar el caballo sin perder el prototipo de su marca, bastaba con ver uno de sus caballos, o yeguas, para saber quién era su criador, cuestión ésta a la que siempre aspirábamos los ganaderos más antiguos, aunque pocos lo hayan conseguido.
Sobre lo dicho anteriormente solo nos queda desear que esas obras, también construidas, las sigan manteniendo sus herederos, por el bien de ellos y el de nuestro caballo, cierto es, que las tendencias en la cría moderna circulan en sentido contrario empujados por las modas de las capas, las recomendaciones de los sementales recomendados, u otros valores que nada tienen que ver con nuestro PRE de siempre.
Por otra parte, el año comienza con brío en todo lo relacionado con los concursos morfológicos, los circuitos de doma y parece que también van tomando fuerza otras disciplinas que pueden dar juego y crear consumidores de caballos, ya que sin ellos sobra la cría y sobramos los ganaderos.
ANCCE modifica algunos puntos de los reglamentos de los concursos para intentar motivar a los ganaderos para que estos asistan a los concursos, esperemos que sirvan para cumplir ese objetivo que buena falta nos hace. Las economías en nuestro sector no están muy boyantes que digamos y esto influirá en la asistencia, habrá que inventar algo para que el ganadero pequeño se motive y cambie la imagen de que esto es cosa de unos cuantos grandes y los demás no tienen nada que hacer. Ya me gustaría equivocarme y que todo volviera a ser como en los mejores tiempos, en los que los recintos feriales se llenen de caballos y público y que cada morfológico sea un festival del caballo, donde un propietario o un ganadero modesto, que no puede fichar a un experto para seleccionar los ejemplares más idóneos para cada concurso, ni contratar un presentador de primera división, que pueda presentarlo su mayoral sin demasiadas florituras ni maquillajes y ese posible concursante vea y entienda que tiene alguna opción de ganar. Si esto se consiguiera, llevaríamos mucho camino andado. Seguiremos soñando lo mejor, aunque sin intención de crear pesimismo no solo en nuestro sector, sino en la mayoría de sectores económicos, como dije al principio me da a mí, que este año podría ser DEMASIAO LARGO.
Foto de Inicio: Cotijo, de 3 años, de Yeguada Maipe
Texto: Redacción | Fotos: Pedro Conesa / pedro@yeguada-maipe.com