Aquí te mostraremos algunos consejos con los que impresionarlos y para que no cometas los mismos errores la próxima vez que te presentes.
1. Sé puntual
Podrías pensar que llegar justo antes de la prueba constituye llegar a tiempo. No es así.
A los jueces les gusta estar en activo y si se sucede algún inconveniente o un jinete no se presenta, es tu oportunidad para demostrar que tú sí estás preparado y puedes salir a pista. Aunque no estás obligado a adelantar tu prueba, es una forma de impresionar a los jueces si surge la oportunidad.
Dirígete a la pista de competición un poco antes, y, ¡por el amor de Dios, no te entretengas!
2. Cuida tus modales
Siempre, intenta identificarte cuando pases por la mesa de los jueces al entrar en pista, indicando tu nombre y número. Esto no solo es educado, sino que también evitarás que tus puntos se registren en el formulario equivocado.
¡Un rápido «Gracias» al salir de la pista nunca está de más!
3. No hagas pruebas por encima de tu nivel
Tu prueba de Doma debe ser desafiante pero no imposible. Sin embargo, el comienzo de cada temporada parece traer consigo una gran cantidad de jinetes, que, de repente, han subido de nivel.
Adivina qué: ¡tu nivel no necesariamente coincide con tu edad!
Siempre es mejor hacer una prueba limpia a un nivel más bajo, que ser un desastre en un nivel más alto. Esto también sucede con los jinetes de élite que están debutando caballos nuevos.
4. Ten cuidado con la disciplina
Ser demasiado duro con tu caballo es tan malo como ser demasiado indulgente. A los jueces no les gustan los jinetes con unas manos “muy duras” con sus monturas, y tampoco les importan los competidores que no saben controlar a su caballo cuando este está fuera de control, porque pone a todos en peligro.
Solo admítelo cuando no sea tu día y sigue adelante.
5. Atención a cualquier saludo descuidado
Tu saludo es la primera y la última impresión que tiene el juez sobre ti. Tu saludo al comenzar la prueba también envía un mensaje de lo que se espera de ti y de tu caballo.
Haz tus movimientos con seguridad, en una parada cuadrada y suave, con un saludo nítido y orgulloso. Cualquier cosa menos parecerse a una bailarina de ballet batiendo sus brazos arqueados. Hay que realizar un saludo correcto.
6. ¡No le hagas una encerrona al juez después de tu prueba!
Si no estás seguro acerca de un comentario que te ha escrito o si tienes una pregunta justificada sobre tu prueba (nótese la palabra «justificada»), dirígete a la secretaría del concurso y pregunta si es posible ver brevemente al juez para preguntarle.
No esperes a acecharlo de camino al buffet, al baño, a su hotel o, lo que es peor, al aeropuerto.
¡Destaca sobre los demás haciendo las cosas bien!
Texto: Patricia Salem – FEI / Fotos: FEI