La gran cita anual del Acoso y Derribo se celebró los días 21 y 22 de abril en el corredero de La Zapatera, en la localidad sevillana de Villamanrique de la Condesa, organizada por la Asociación de Garrochistas de Sevilla, dado que el último campeón, Manuel Cañaveral del Cid, pertenece a esta región. Debemos resaltar el gran nivel organizativo que tuvo el Campeonato, así como la excelencia del ganado corrido, con fuerza y peso, lo que hizo que viviéramos dos jornadas inolvidables los numerosos aficionados a esta disciplina que nos congregamos en el buen corredero sevillano.
Encargados de juzgar esta XXXIX edición del Campeonato de España de Acoso y Derribo fueron D. José María Pérez de Ayala Ortiz, que ejercía como presidente, D. Francisco de la Calle Romero y D. Rafael Iñiguez-Hernández Pinzón, estos últimos como vocales. Completaban el comité técnico D. José Luis Fernández Díaz, como delegado de la Federación Hípica Española; D. José María Rodríguez Valverde, como director del Concurso; y D. Manuel Barcia Zapico, como veterinario.
Mayoritaria participación del sur. La participación estaba compuesta por 41 colleras, pertenecientes a las federaciones Andaluza (25), Extremeña (11) y Castellano Leonesa (5), que correrían el primer día una vaca brava, a dos echadas, y otra mansa, a tres. La mitad más uno, como marca el reglamento vigente, pasarían a la final, que se celebró en la jornada del domingo. Este día se corrieron de nuevo dos vacas (brava a dos echadas y mansa a tres). De aquí, las cuatro colleras mejor clasificadas corrieron una vaca mansa adicional, a tres echadas, para dilucidar el título nacional.
Unas vacas muy rápidas. El primer día, a pesar del alto nivel de participación, se corrieron las vacas muy rápidas, sin duda alguna por el buen ritmo que supo imprimir la mesa del jurado a la competición, ayudados por el eficiente trabajo realizado por el personal encargado de los corrales. Debido a ello presenciamos un ameno espectáculo, con grandes echadas y un nivel altísimo de todos los participantes. Baste decir que el corte para pasar al día siguiente se produjo entre las colleras que habían obtenido 24 puntos de 30 posibles; esto es, separados por tan sólo una echada con voltereta.
Nadie bajó la guardia. Dado lo cerrado de la clasificación y el gran nivel técnico alcanzado por la inmensa mayoría de los garrochistas, las espadas estaban en alto y todo podía suceder. Tras correr las veintiuna colleras participantes la vaca brava, eran 12 las que habían alcanzado la máxima puntuación posible. En la vaca mansa ocurrió otro tanto, puesto que fueron 12 colleras las que consiguieron los 18 puntos posibles. Como veréis, más emoción es casi imposible que se vuelva a producir en un Campeonato. Tras correr cuatro vacas eran 11 las colleras que estaban separadas por una sola echada.
Tras una emocionante mañana, pasaron a la gran final estas cuatro colleras: Huberto Domecq Ybarra y Lorenzo Caro Bernal y Fernando Castaño Castillo y Manuel Sánchez Muriel, ambas con 60 puntos; Rafael Molina Candau y José María García Campillo y Pablo de la Puerta García-Corona e Ignacio de la Puerta García-Corona, ambas con 59 puntos. Con esta situación, un solo fallo o un palo por alto, podían dar o quitar el Campeonato a cualquiera de las cuatro colleras finalistas.
El público enmudeció. Los numerosos aficionados que llenaban las gradas del corredero manriqueño enmudecieron cuando se corrieron las cuatro vacas que dieron la victoria a un nuevo campeón de España. Las vacas mansas con las que se iba a dilucidar el Campeonato (enviadas por el excelente ganadero y buen garrochista D. Felipe Morenés y de Giles) no desmerecían para nada de las corridas durante todo este Campeonato. Tenían cuajo, presencia y mucho peso. Tras correr dicha vaca, se proclamó vencedor y nuevo Campeón de España y medalla de oro la collera salmantina afincada en Extremadura compuesta por Fernando Castaño y Manuel Sánchez Muriel, con un total de 78 puntos de 78 posibles; a continuación, subcampeón de España y medalla de plata se clasificó la collera jerezana formada por Huberto Domecq y Lorenzo Caro, consiguiendo 75 puntos. Hemos de destacar que el excelente garrochista jerezano ha conseguido siete veces el subcampeonato de España, proeza dificilísima de igualar. Por último, en tercer lugar y medalla de bronce se clasificó la collera sevillana integrada por Rafael Molina y José María García Campillo.
El podio, para los mejores. Tras esta interesantísima y emocionante competición, el podium lo alcanzaron indudablemente los mejores, los que demostraron a lo largo de estos dos días estar en un momento álgido de forma, y los que cometieron menos errores. El triunfo de Fernando Castaño fue incontestable, puesto que a lo largo de los dos días de competición no cometió el más mínimo error, anotando todos los puntos posibles y acertando de pleno en toda su actuación. Nuestra sincera felicitación a los nuevos campeones de España de Acoso y Derribo.
Dos nombres de Campeonato
No podemos acabar de hablar del Campeonato sevillano sin nombrar a los dos caballos que hicieron posible el triunfo de estos jinetes. El castaño ‘Armani’, montado por el garrochista Fernando Castaño, y el alazano cuatralbo ‘Orfeo’, montado por el excelente amparador Manuel Sánchez Muriel, fueron protagonistas imprescindibles y necesarios en el merecidísimo triunfo obtenido por esta collera representante de Extremadura, que acercará de nuevo la fiesta grande del Acoso y Derribo a esas tierras extremeñas donde tan grande es la afición a la garrocha.
El podio de los Campeones
Medalla de Oro
Fernando Castaño y Manuel Sánchez Muriel
Medalla de Plata
Huberto Domecq y Lorenzo Caro
Medalla de Bronce
Rafael Molina y José María García Campillo