Tras la identificación y medición del animal, se realiza un historial del animal que incluye la dimensión de la explotación, el tipo de ejercicio sometido, el régimen alimenticio… para determinar la conformación general y de las extremidades (especialmente del corvejón). A continuación se estudian estáticamente las mismas mediante palpación y flexión, y dinámicamente en recto (incluyendo test de esparaván) y en círculo, para acabar con pruebas de la musculatura de la columna y grupa.
A continuación, mediante la colocación de marcadores en determinados puntos, se graba al animal en movimiento lineal tanto al paso como al trote, a fin de realizar posteriormente un estudio videocinemático que determine diferencias entre las dos extremidades posteriores.
Para acabar, se realizan las radiografías estándar de cada corvejón, para tras su estudio determinar la presencia o no de lesiones compatibles con la osteoartritis-osteartrosis de las articulaciones intertarsiana distal y tarsometatarsiana.