Los representantes del Club tuvieron que competir con deportistas de 12 países, como Alemania, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Suiza, Italia, Dinamarca, Gran Bretaña, Suecia, Estados Unidos o Francia.
El ganador absoluto del evento fue el enganche perteneciente a la Yeguada Hacienda María, de Huelva, guiado por Isidro Sánchez, que se alzó con la victoria entre un total de 59 participantes. También se clasificó en primera posición en la modalidad de cuartas. El enganche de la Yeguada Francisco Olivera, de Sevilla, guiado por Manuel Ramírez, fue el primero por aclamación popular en la modalidad de cuartas. Ambos son socios del Real Club de Enganches de Andalucía, al igual que Jacinto Planas, de Gerona, que quedó cuarto en la modalidad de troncos entre 22 participantes.
Este triple triunfo supone un reconocimiento internacional a la calidad del enganche de tradición de España y a la labor desarrollada por el Real Club de Enganches de Andalucía en la promoción y difusión del mismo.
El Concurso Internacional de Cuts es uno de los más importantes de su categoría en Europa. Recibe cada año a más de 60 participantes y a él asisten más de 12.000 espectadores, gracias a la magia de este espectáculo que combina tradición, belleza y elegancia. Además, ofrece la oportunidad de contemplar un verdadero “Museo Viviente del Enganche” que, por la diversidad de razas de caballos, adornos y coches, contribuye de una manera esencial a la salvaguarda del patrimonio tan importante que genera esta disciplina. La competición constaba de tres pruebas que debían realizar cada uno de los participantes de las distintas modalidades: una presentación en parada, una ruta de 15 kilómetros con cinco pasos obligados y una prueba de manejabilidad. El deportista que consiguió más puntos al finalizar las tres fases se convirtió en el ganador indiscutible de la jornada. Entre los tipos de carruajes más comunes presentes en el concurso destacaron los faetones, berlinas, break de caza, coach, park drag y carretelas. Algunos de ellos con varios siglos de antigüedad, aunque están perfectamente conservados por sus propietarios, de ahí su singularidad.