Los propietarios de la yeguada ya no saben a quién recurrir porque “la Guardia Civil no nos ha hecho ni caso a pesar de que hemos denunciado” y temen sufrir más actos vandálicos, según declaraciones a Diario de Jerez. El valor de los animales oscila entre los 3.000 y 6.000 euros, pero figura también un ejemplar que podría alcanzar una cotización de 54.000.
Los sucesos arrancan cuando una potra recién nacida fue muerta por un mulo, que un desconocido dejó suelto, y que tienen que alimentar ahora los dueños de la yeguada mientras el juzgado decida qué hacer con el mulo; pero los otros cuatro casos son “obra directa de furtivos”, dice el dueño. Una potra cayó en una trampa, una alta madeja de alambre de espino asegurada con grandes piedras, muriendo desangrada tras “una noche de agonía en el campo, ya que la descubrimos a la mañana siguiente”, dice; mientras que una yegua y otro potro heridos han sufrido degolladuras por distintas causas (han hallado trampas de hierro empleadas para cazar zorros). Pero la gota que ha colmado el vaso de la indignación es que “un potro fue tiroteado”, afirman. Los propietarios señalan que ellos no son contrarios a que entren personas a coger caracoles, espárragos o tagarninas. Pero lo que antes eran lazos, perchas y pegamento para capturar pájaros se han transformado ahora en trampas escondidas para cazar ilegalmente venados o cochinos, cuando estas especies no las hay en la finca, disparos a la luz del día y matanzas de perdices deslumbrándolas con bateas de luces instaladas en todoterreno.
Los afectados han denunciado los hechos a la Guardia Civil, aunque el instituto armado no ha confirmado si tiene alguna investigación en marcha ya por los hechos.