Un encuentro entre el constructor británico de coches y el inquieto relojero suizo generó una colaboración que ha dado excelentes resultados. Ambas empresas se basan en la manufactura y en el trabajo artesanal, en la elegancia y en la autenticidad, en la fusión entre tradición y modernidad, de manera que una colaboración entre las marcas resultó casi lógica.
La sinergia entre las casas Hublot y Morgan se traduce en una misma preocupación por una labor minuciosa y una estética sobria y original. Esta complicidad también se transmite a través de la explotación y la fusión de los materiales, de la vocación deportiva y la fabricación artesanal de sus modelos.
El automóvil AeroMax (una serie limitada a 100 ejemplares hechos a mano) ha inspirado la creación del Aero Bang, también producido en una serie limitada a 500 piezas. Los primeros 100 relojes de la serie están reservados para los propietarios de los AeroMax. El Big Bang de cerámica y tungsteno lleva el logo de Morgan a las 9 horas sobre una esfera esqueleto que deja entrever el movimiento del cronógrafo.