Serán muchos los que acudan, como en temporadas anteriores, las noches de los jueves de junio y julio hasta el hipódromo de La Zarzuela. Posiblemente, una ínfima cantidad de todos ellos estén a priori realmente interesados en el turf, pero muy probablemente a más de uno y tras la experiencia, eso sí adecuadamente ambientada, le “picará el gusanillo”. Así de modo distendido y casi sin percatarse de lo que le estará sucediendo, habrá nacido un nuevo aficionado a las carreras de caballos. Una agradable temperatura en las más que cálidas noches madrileñas, un buen ambiente, gente guapa, varias terrazas de copas con música para todos los gustos, restaurantes, mercadillos, en fin todo un centro de ocio en el que además poder disfrutar de un espectáculo muy singular, las carreras de caballos, y por qué no, probar suerte con las apuestas. Podemos concluir que con esta nueva temporada 2009 que ahora comienza se consolida una oferta lúdica diferente para la capital, que además permitirá a muchos convertirse en neófitos en la materia y aficionarse a este apasionante mundo de las carreras de caballos.
Es La Zarzuela un hipódromo cómodo y arquitectónicamente singular, de dimensiones correctas y equilibradas y situado en un entorno privilegiado, en las inmediaciones del monte de El Pardo; lo suficientemente cerca de Madrid como para que el desplazarse hasta allí no se convierta en un inconveniente, pero a un tiempo tan lejos como para permitirnos experimentar la sensación de estar en pleno campo, muy cerca ya de la sierra madrileña.
Esta infraestructura, cuya marquesina fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1980 y recibió el Premio Nacional de Arquitectura, nació como proyecto en el verano de 1934, tras un concurso en el que resultó ganador el ingeniero Torroja y los arquitectos Arniches y Domínguez. Las obras de construcción comenzaron en 1935, pero la guerra civil las paralizó; se retomaron en 1940 y en mayo de 1941 el hipódromo era ya una realidad. Aunque con el transcurrir de los años las instalaciones se fueron mejorando y ampliando: mejoras en las cuadras y en los boxes, nuevas pistas de entrenamiento, una nueva tribuna, enfermería… Tras varias etapas de esplendor vino la decadencia llegando incluso a tener que cerrar en la primavera de 1997, habiéndose celebrado la última carrera en noviembre de 1996. Afortunadamente y tras nueve años sin carreras de caballos en Madrid, se reinaugura el hipódromo el 23 de octubre de 2005. Sin embargo, tuvieron que pasar once años hasta la temporada 2007 para que volvieran las carreras nocturnas. Pero lo hicieron y con éxito, deseamos que la buena racha continúe.
Esta temporada primavera-verano 2009 que comenzó el pasado 29 de marzo y se ampliará hasta finales del mes de julio se compone de 22 jornadas, de las cuales 14 serán matutinas y 8 nocturnas.
Y para terminar, agradecer que ahora, en plena crisis, las tarifas no hayan experimentado ninguna subida y se mantengan las mismas que la pasada temporada: 9€ la general, 12€ la principal y 30€ la preferente, y los niños menores de 14 años no pagan. Qué mejor modo de compartir un rato de ocio con los más pequeños de la casa y darles a conocer un nuevo deporte en un entorno lúdico y al aire libre.