Según la PIA, los caballos del espectáculo del Far West actúan cuatro veces al día, con pases de treinta minutos, caídas violentas en el suelo, ruidos estruendosos y condiciones climáticas no siempre favorables.

Además, han alertado, mientras no actúan, que permanecen siempre cerrados en establos estrechos y, para que realicen las acrobacias durante la exhibición, los domadores les pegan con un látigo y los privan de alimento y agua.

La plataforma animalista ha asegurado también que los equinos presentan síntomas de estrés y, aunque estén lesionados, trabajan igual.

La PIA ha recibido varias denuncias de familias con fotografías que muestran claramente heridas abiertas, que sangran debido a los golpes y cortes provocados por el látigo de los domadores, mientras que varios niños han salido llorando tras ver estas heridas a los animales cuando se hacían fotografías de recuerdo. Después de intentar contactar con el complejo temático sin éxito desde hace dos meses y, tras esta primera denuncia pública, la organización ecologista tiene previsto interponer una denuncia a las autoridades con las grabaciones, fotografías y testimonios que disponen. Información extraída de www.lavanguardia.com.