COPA-COGECA, la entidad que agrupa a las asociaciones líderes del sector agrario y ganadero en Europa, en cuya Mesa del Caballo ANCCE actúa como representante del sector ecuestre de España, ha puesto en marcha una serie de iniciativas contra un procedimiento legal que considera muy perjudicial para los ganaderos. ANCCE viene reclamando insistentemente que se aplique en España el IVA reducido para las operaciones de compra y venta de caballos, por lo que no solo apoya que se mantenga en los países que hasta ahora lo aplican, sino que demanda que se extienda al resto.
La Comisión Europea ha iniciado una acción judicial en contra de Alemania, Austria, Francia, Irlanda, Luxemburgo y los Países Bajos basada en el hecho de que estos países aplican una tasa reducida de IVA para determinadas operaciones vinculadas a los caballos.
La Comisión considera que estas tasas reducidas, que están previstas por la Directiva sobre el IVA, no se pueden aplicar a "ponis", a "caballos de carrera" o "caballos utilizados con fines recreativos", debido a que no son generalmente destinados al consumo humano o consumo animal y por lo tanto no forman parte de un proceso de producción ganadero. Sin embargo, el Tratado de la Comisión Europea clasifica los "caballos vivos”, como productos agrícolas semejantes a otros animales vivos, sin hacer distinción alguna.
Las organizaciones equinas europeas han expresado reiteradamente su preocupación por las consecuencias sociales y económicas de una interpretación tecnocrática que demuestra una total incomprensión del mundo equino y su papel en la sociedad europea.
El caballo y las actividades asociadas son parte del tesoro de nuestro patrimonio, cultura y tradiciones. Según datos de COPA-COGECA Hay más de 10 millones de caballos en Europa, donde estos crean más de un millón de empleos directos o relacionados -veterinarios, herradores, guarnicioneros, sectores alimenticio y agrícola (forraje, avena), etc. El sector es un generador global de puestos de trabajo, especialmente en las zonas rurales, y cada vez más ocupados por mujeres.
“Cuestionar esta tasa reducida –dice la propuesta a la Comisión Europea- es una amenaza para este patrimonio, ya que afectaría a la viabilidad del sector equino, que es esencial desde una perspectiva social. La actividad equina se lleva a cabo en las pequeñas empresas que son en su mayoría explotaciones agrícolas, por lo que las organizaciones equinas europeas, solicitamos a la Comisión Europea que reconozca la naturaleza agrícola de las actividades equinas referidas a animales vivos que no deben ser clasificados como animales de compañía”.
“La Comisión –añade el texto que ANCCE suscribe- parece haber olvidado que todos los propietarios de caballos están sujetos a las normativas europeas de seguridad alimentaria. De la misma manera que para otras explotaciones de raza, las restricciones legales europeas se aplican a lo largo del proceso. La actividad de los criadores de caballos sería la única que no se beneficia de la tasa reducida en el sector equino, mientras que la industria y los vendedores (a menudo altamente concentrados) continúan beneficiándose de la misma. Esto no puede ser el objetivo de las políticas europeas”.
Por estas razones, las organizaciones equinas europeas, entre las que se incluye ANCCE, hacen un llamamiento a las instituciones europeas, y sobre todo a la Comisión, para que permitan a los Estados miembros el derecho de aplicar una tasa reducida. Más allá de los daños a un sector económico fundamental, el desafío es preservar un patrimonio económico y social dinámico, que si se destruye, nunca podrá ser reconstruido.
Más información: José Luis Bonilla. 954 93 31 00