El festival White Turf gira en torno a las carreras de caballos sobre el hielo y tiene lugar a lo largo de este mes de febrero. De momento, una de las competiciones ha sido cancelada y los horarios de otras se han modificado.
Estas carreras comenzaron a disputarse en 1907 y constituyen uno de los acontecimientos sociales y deportivos más destacados del invierno suizo. En estas fechas, la estación de esquí más elegante de Europa se convierte en destino para celebridades y millonarios de todo el planeta con objeto de contemplar a los purasangre cabalgando sobre el hielo que, en condiciones normales, cubre el lago de Saint Moritz. Mientras el ruido de las galopadas alcanza niveles extremos, los espectadores disfrutan de aperitivos a base de ostras, champán, caviar y marisco, bajo las carpas desplegadas para la ocasión.
Seis son las carreras que tienen lugar, con distancias que varían entre los 1.300 y los 2.700 metros. Además, hay competiciones con trotones alpinos y el espectacular skijoring: los esquiadores son remolcados por caballos de carreras a gran velocidad.
Pero el invierno excesivamente cálido que estamos atravesando no está perdonando las cumbres de los Alpes, por más que ahora arrecie un frío tardío en todo el continente. Por primera vez desde 1986, los organizadores del White Turf han tenido que cancelar uno de los encuentros programados. El presidente de la asociación que organiza el campeonato, Silvio Martin Staub, ha explicado que las altas temperaturas que estamos padeciendo en esta época del año han obligado a la organización a pulir la superficie del lago, con objeto de mezclar y esparcir la nieve de manera uniforme para compactarla y permitir que los caballos y sus jinetes compitan bajo óptimas condiciones de seguridad. Una vez superado este contratiempo, el programa sigue adelante con la participación de 57 caballos procedentes de cinco países diferentes. Estos purasangre pondrán a prueba la solidez de la capa de hielo del lago.
La posibilidad de que los inviernos cálidos como el actual se repitan en el futuro se ha tomado muy en serio por los organizadores del evento: incluso se baraja la posibilidad de cambiar horarios y que las carreras se disputen al atardecer, en lugar del mediodía, para que las temperaturas sean más frías. El White Turf se convertiría de este modo en un festival nocturno bajo la luz de las antorchas.
El riesgo de perder la calidad de nieve en los años venideros existe, pero Saint Moritz seguirá conservando su aura de distinción y elegancia. Mientras, habrá podido consolidar sus proyectos de reconversión hacia otros sectores, como el del turismo termal o el del mercado del arte, ya que la estación concentra en este momento a gran número de galeristas de fama internacional.
Texto y foto: ABC