En este artículo vamos a desarrollar uno de los capítulos más importantes para mí: “El control del estrés”. Pero voy a tener que desarrollar este apartado en varios artículos ya que se me ha ido el temario de las manos. Pienso que es básico controlar el estrés ya que no puede existir la competición de alto rendimiento sin que el deportista lo pueda controlar en cualquier momento en su carrera deportiva. Cuando se practica cualquier tipo de deporte, en este caso hablaremos de la Doma Clásica, suele existir algún tipo de ansiedad por parte de los deportistas, antes y durante la competición en las pistas.
La ansiedad
Esta ansiedad es habitualmente producto de la incertidumbre del resultado que esperamos. La mayoría de deportistas, cuando se tienen que enfrentar a una competición, sienten en mayor o menor grado algo de tensión y ese nerviosismo puede aparecer días antes de la competición y se puede transformar en algo muy negativo que va a influir en el rendimiento deportivo en este caso del jinete y también del caballo.
La tensión puede aparecer varios días antes de la competición y convertirse en algo muy negativo para el jinete, pues influirá sobre su rendimiento deportivo
Al hablar de ansiedad, estamos hablando de una emoción, la cual se puede definir como un estado de desajuste fisiológico y psicológico debido a una situación potencialmente incierta para el individuo. Esto suele ocurrir porque el deportista, a la hora de competir, hace una valoración consciente o inconsciente de la situación y de las circunstancias que lo rodean. Aquellos deportistas que piensan que existe una gran diferencia entre lo que el entorno les exige y lo que ellos pueden dar, es decir, que tienen una percepción de autoeficacia negativa respecto a esa situación, comienzan a sentir estrés. Uno de los síntomas del estrés es la ansiedad.
Ejemplos de autovaloración negativa
“El caballo que me han comprado mis padres para este campeonato tiene un alto valor económico, por tanto, debo sacar muy buenas puntuaciones para compensarlos”.
“Este es un campeonato donde se seleccionan a los binomios para participar en el Campeonato de Europa, razón por la cual debo apretar a tope”.
“Es mi último año en este nivel. Tengo que demostrar lo que he trabajado durante los últimos años”.
“Ha venido toda mi familia a verme desde muy lejos, no debo defraudarlos”.
“Es la final del Campeonato de España y hasta el momento soy el primer clasificado, y con poca diferencia con el segundo, no puedo perder esta oportunidad”.
Existen muchísimas situaciones que llenan la mochila emocional de nuestros deportistas en las pistas de Doma. Todas estas situaciones crean estrés y presión al jinete si no se les ayuda a orientar sus pensamientos a lo que realmente importa. Yo las llamo “fugas de eficacia”.
¿Qué quiero decir con esto? En ocasiones los jinetes no son conscientes de la carga emocional que están soportando. Debemos ayudarlos a sacar estas cargas para orientar sus pensamientos, sus emociones, a sacar el mejor rendimiento, gracias a una concentración orientada a un resultado concreto. Lo realmente importante, cuando entran en las pistas, es que sean capaces de sacar su mejor versión, que gracias a una concentración activa puedan estar atentos, tranquilos y relajados para buscar la mejor ayuda en cada momento, poniendo la máxima concentración en lo que realmente importa en ese momento: la escucha activa hacia su caballo y la concentración para lograr la realización de una prueba limpia, expresiva y sin fallos, y técnicamente lo mejor que el binomio sea capaz de realizar. Todo lo demás es ruido en sus cabezas, distracciones que los alejan del mejor resultado potencialmente posible en ese momento.
La respuesta del caballo
En el mundo del caballo debemos añadir además las reacciones del caballo que, al sentir el estado de ánimo del jinete, al percibir su emoción negativa, puede modificar considerablemente sus respuestas habituales a unos estímulos (ayudas del jinete) que pueden parecer los mismos, pero que no lo son ya que conllevan una carga emocional que el caballo puede no tolerar.
Los caballos, esponjas de emociones, captan cualquier sentimiento del jinete, y los negativos no son la excepción
A priori, cuando un jinete con nervios entra en pista, exteriormente podemos no notar nada como humanos, pero los caballos son esponjas de emociones y captan el más mínimo cambio en el estado de ánimo de los jinetes. Por este motivo es tan importante en nuestro deporte poder gestionar las emociones y el estrés durante la competición. Se ha comprobado que competir con cierta ansiedad o cierto estrés es muy perjudicial para el rendimiento debido a que tiene efectos negativos en la atención, en la concentración, en el control del pensamiento, en la motivación y debido a que merma la autoconfianza del deportista.
No podemos contactar con nuestros caballos si antes de entrar en un cuadrilongo nuestra mente está pendiente de las posibles medias que podemos obtener o si nuestros pensamientos van orientados a qué podrán pensar de nosotros los jueces. Todo lo que pensamos, sentimos o vivimos es procesado por los caballos, aunque no seamos conscientes de ello.
Para los pequeños jinetes
A los más peques les digo que el cerebro es como una casita llena de puertas y ventanas. Por todas esas puertas y ventanas entran y salen todo tipo de pensamientos, de emociones, y solo ellos son capaces de abrirlas y cerrarlas según les convenga. Voy a contaros una anécdota que me ocurrió con una alumna hace unos años, actualmente es Campeona de España de Doma Clásica 2016. Al explicarle esta metáfora sobre las puertas y ventanas de nuestro cerebro, con tan solo nueve años, un día me comenta con los ojos vidriosos y voz temblorosa: “Es que a mí me cuesta mucho a veces cerrarlas, ¡y mira que lo intento con todas mis fuerzas!”. Comparto con vosotros, que si no hubiera aprendido a cerrarlas y a abrirlas según sus deseos, hoy no tendría las medallas que ha obtenido en los últimos tres años.
Autoconfianza
Hemos hablado de la autoconfianza. Pilar importantísimo para mí y para todos los deportistas y competidores. La autoconfianza se alimenta y crece con los resultados, pero también crece cuando alguien que te importa piensa que puedes hacerlo bien. Alguien como tu entrenador, que te ayuda día a día animándote a seguir entrenando porque cree en ti; alguien como los padres, que sin entender nada de Doma Clásica siguen creyendo que un día llegarás donde quieres llegar y ciegamente creen en ti. Esas actitudes de gente cercana que te quiere es un alimento fantástico para hacer crecer la autoconfianza.
Para poder evitar el sentimiento de estrés debemos siempre intentar que el deportista se sienta bien, se sienta cómodo, que esté seguro de sí mismo y crea en sus posibilidades. Para que esto suceda podemos emplear distintas técnicas que harán que la mente del deportista oriente sus pensamientos hacia un objetivo concreto gestionando las emociones desde el control mental y la concentración activa en todos aquellos puntos que debamos mantener bajo control para lograr nuestros objetivos en pista y el mayor rendimiento del binomio. Es un trabajo de análisis que debe realizar el entrenador conjuntamente con el jinete.
En la segunda parte de este artículo vamos a seguir desarrollando este tema y aprenderemos técnicas de control sobre la ansiedad que se pueda generar en las pistas de competición.
Texto y Fotos: Maya Pou Batlle. Subdirectora y fundadora del CAVA. Coach de equipos de competición. Máster en Liderazgo Femenino