Algunos deportistas reconocen que les cuesta mantener la concentración durante las competiciones, pero no acaban de descubrir cómo pueden desarrollar la concentración durante la competición.
Por lo general, esos problemas de concentración son causados por un foco atencional inapropiado. El jinete no sabe focalizar los puntos importantes a los que debe poner atención. A los jinetes más pequeños les resumo que estar concentrado significa: “estar por lo que toca”. Y si nuestra mente se escapa a elementos que no nos ayudan a montar mejor, y a interpretar mejor a nuestro caballo es que no estamos suficientemente concentrados.
Por ejemplo, las preocupaciones y los pensamientos irrelevantes de los que antes hemos hablado pueden ser la causa por la que un deportista cambie el “foco” de concentración desde lo que está haciendo hacia lo que no le gustaría que ocurriera. Por ejemplo: “en esa esquina mi caballo se va a asustar” o bien “me va a fallar el cambio de pie”, en lugar de focalizar nuestras ayudas y pensamiento en preparar bien la rectitud de nuestro caballo, la impulsión y su disponibilidad mental para llegar a ejecutar correctamente los ejercicios.
El deportista debe saber si está enfocando correctamente sus pensamientos en sus propias señales, no debe distraerse con pensamientos y emociones que le alejen del foco que le interesa.
Habitualmente no es que los jinetes no se concentren o que no sepan concentrarse, el error más común es que se enfoca en señales las inapropiadas.
La dificultad de la concentración se debe en gran medida a que no existe únicamente un tipo de concentración, tenemos muchas posibilidades y combinaciones en los focos de atención según hemos analizado antes. Este es el verdadero punto de inflexión donde debemos poner nuestra atención. Mientras estamos compitiendo debemos saber cambiar con rapidez de un tipo de foco a otro según las situaciones en las que nos encontramos y sobre todo según las situaciones con las que nos enfrenta nuestro caballo a cada tranco.
En este sentido las distracciones pueden ser externas, estímulos visuales o auditivos (ruidos) del entorno.
Pero, por experiencia propia con mis alumnos, os puedo asegurar que en la mayoría de los alumnos las distracciones más complicadas de gestionar provienen del interior de los alumnos: pensamientos, inquietudes y preocupaciones que en ocasiones ni ellos mismos han identificado.
Ejercicios para mejorar la concentración
Existen algunos ejercicios que los deportistas pueden hacer para aumentar la concentración:
Aprender a desplazar la atención
El propósito de este ejercicio es poder experimentar diferentes estilos atencionales y demostrar cómo para realizar diferentes habilidades se requieren tipos de atención distintos.
Antes de iniciar el ejercicio, recuéstate en una posición confortable e inspira profundamente desde el diafragma unas pocas veces:
1. Presta atención a lo que oyes. Elige un sonido separado y concéntrate en él. Si realizas correctamente el ejercicio tu foco de atención se centrará únicamente en el sonido escogido y todos los demás quedarán en un segundo plano. Luego, escucha todos los sonidos alrededor, solo escuchándolos pasivamente y eliminando cualquier otro tipo de pensamientos.
2. Toma conciencia de las sensaciones corporales, como tensión muscular en alguna zona concreta, frío en las puntas de los dedos, etc. Se trata de centrarse en cada una de ellas independientemente, identificarla, etiquetarla, y luego pasar a la siguiente. A continuación, intenta experimentar todas las sensaciones simultáneamente, sin detenerse en ninguna de ellas en particular. Este ejercicio te ayudará a controlar tu cuerpo de una manera mucho más consciente durante los concursos.
3. Pon atención a tus pensamientos y emociones, tratando de vivir con intensidad uno a uno. Seguidamente, trata de dejar que desaparezcan esos pensamientos y emociones y trata de relajarte, respirar hondo y vaciar tu mente de cualquier pensamiento o emoción.
4. Escoge un escenario y analízalo con detenimiento. Se trata de mirar ese escenario con todos los detalles posibles, tratando de captar con tu visión periférica el resto de los objetos que te rodean. A continuación, estrecha poco a poco el foco atencional hasta que solo percibas el objeto elegido inicialmente. Repite el proceso en el sentido inverso, de manera que vayas ampliando la perspectiva hasta llegar a percibir la totalidad de la habitación en la que te encuentras. Este ejercicio desarrolla la capacidad de atención y concentración. Si te concentras en un elemento que está muy cercano a ti, si realizas el ejercicio correctamente, no te darás cuenta de lo que pasa un poco más lejos del foco de atención específico. Es uno de los ejercicios que más ayudan a los alumnos a orientar y graduar su foco de atención antes de la competición.
Si eventualmente la atención se va a otra cosa, suavemente vuelve a prestar atención al objeto seleccionado.
Es muy bueno practicar estos ejercicios para entrenar tu mente a concentrarse cuando requieres de esa concentración mientras estas compitiendo. Ser consciente de la técnica requerida y de tu capacidad te ayudará a mantener el foco de atención con mucha más facilidad.
Uno de los mayores obstáculos que los deportistas enfrentan al mantener la concentración es la tendencia a evaluar la ejecución y clasificarla como buena o mala. Es decir, se asignan un valor positivo o negativo a lo que hacen. Estos juicios tienden a promover reacciones personales que nos hacen sentir de una manera determinada.
El proceso de evaluar y juzgar lo que uno hace en la competición generalmente dificulta el desempeño, el foco de atención se desvía y no ayuda al jinete a sacar su mejor versión. Después de enjuiciar nuestra ejecución es común comenzar a generalizar y pensar de esta forma: “soy una estúpida, no puedo creer que esté compitiendo tan mal, no puedo levantar este peso, nunca voy a lograrlo”.
Estos pensamientos y juicios nos van a hacer perder fluidez, y ritmo en nuestra concentración. De nuevo escoger los pensamientos es una parte muy importante para poder sacar el máximo de nuestras posibilidades en competición.
En lugar de juzgar el valor del desempeño y categorizarlo tanto como bueno o como malo, es importante aprender a mirar hacia nuestras acciones sin juicio.
Esto no significa que uno deba ignorar los errores sino más bien que uno debe ver el desempeño tal y como es, sin juicios.
La práctica de la atención plena aumenta notablemente la efectividad en las competiciones.
La concentración es muy entrenable, pese a que muchos deportistas piensan que cada uno nace con unas capacidades u otras. Os animo a que practiquéis los ejercicios y analicéis a conciencia vuestros pensamientos y focos de atención mientras estáis en las pistas de concurso para que podáis mejorar vuestras capacidades. ¡Os deseo mucha suerte en las pistas!
Texto y Fotos: Maya Pou Batlle. Subdirectora y fundadora del CAVA. Coach de equipos de competición. Máster en Liderazgo Femenino