Siempre recomiendo que se invierta en un buen seguro de responsabilidad civil para cubrir las contingencias que puedan ocurrir, debiéndose prestar especial atención a las coberturas cubiertas tanto en las condiciones generales como particulares.
En el mercado existen buenas propuestas, y a unos precios razonables, por parte de las diferentes compañías de seguros para las diferentes necesidades de los tomadores, si bien, principalmente deberá verificarse que al menos quedan cubiertas las posibles indemnizaciones por daños corporales, materiales y perjuicios ocasionados por el caballo, o en su caso la actividad profesional.
Lógicamente, cada actividad tiene sus propias peculiaridades y no podemos en este artículo desgranar la casuística concreta de cada supuesto, si bien, es innegable que en los últimos tiempos la litigiosidad en este sector ha aumentado considerablemente ya que cada día los usuarios conocen mejor los derechos que le asisten, motivo por el que animo a que consultéis con vuestro corredor de seguros de confianza para que analice vuestro caso en concreto y os proponga una póliza que se adapte a vuestras necesidades concretas.
A título ilustrativo, algunos de los seguros más comunes que podemos encontrar son los siguientes:
• Seguro de responsabilidad civil para caballos que cubren las consecuencias económicas por los daños materiales o personales que causa el caballo o carruaje; en ocasiones incluye la retirada de cadáver y asistencia jurídica, e incluso hay pólizas a “todo riesgo”, que incluyen las facturas veterinarias, hospitalarias, o el valor del caballo por muerte, robo, sacrificio o inutilidad deportiva.
• Seguros para centros hípicos que dan cobertura a la responsabilidad civil de los caballos, de los monitores y empleados, accidentes de los jinetes, robos de guadarnés, daños en las instalaciones, en el ejercicio de las actividades propias como deportivas, clases, paseos, excursiones, etc.
• Seguros para jinetes para supuestos de muerte e invalidez, gastos médicos e indemnización por días de hospitalización.
• Seguros para fetos a fin de proteger la inversión en la reproducción de caballos (inseminación, gastos veterinarios, etc.).
• Seguros para vans que cubren tanto la responsabilidad civil obligatoria como la defensa y fianzas penales, incluso algunos la reclamación por daños propios o asistencia en carretera.
Sin duda, la mayor tranquilidad es tener suscrita una buena póliza de seguro y no tener que utilizarla, en caso contrario, podremos arrepentirnos si algún perjudicado nos reclama varios miles de euros, ya que podríamos acabar respondiendo con nuestro propio patrimonio personal.
Texto: Rafael García de la Vega – Abogado especialista en derecho ecuestre – García de la Vega Abogados
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