La pegatina con la silueta del asno se ha hecho muy popular en Cataluña
El burro catalán es una de las razas asnales cuyos orígenes se remontan al Equus Asinus Europeus y que, recientemente, se ha convertido en un icono popular que lucen con orgullo muchos automóviles catalanes. Unos jóvenes de la población gerundense de Bañolas tuvieron la feliz idea de convertir la silueta del burro en una pegatina y, aunque tenía un ánimo de lucro, también sirvió para sensibilizar del problema a la sociedad catalana.
EL BURRO CATALÁN
Si el símbolo de España es aquel toro de nuestra infancia que anunciaba Osborne y que hoy se ha convertido en una silueta negra con sentido simbólico, el burro catalán se ha convertido en un símbolo de la citada comunidad, a pesar de que su cabaña sigue en vías de extinción.
Pero no nos llamemos a engaño, pues el lanzamiento de esta popular pegatina no fue más que un negocio; unos jóvenes de la población gerundense de Bañolas tuvieron la feliz idea de convertir esta silueta en un adhesivo y lanzarlo al mercado con fines totalmente lucrativos. Las connotaciones simbólicas del mismo son fruto de una población y de la propia popularidad del animal y la sensibilización que, hace años, se está llevando a cabo para conseguir un intento de salvación de una raza asnal propia del país: el guarà català (el burro catalán), que se encuentra todavía en extinción y que estuvo, no hace demasiados años a punto de desaparecer.
Este animal fuerte, vital, de gran talla y de robustas extremidades, es actualmente el más utilizado par a obtener mulas o burdéganos. Sin embargo, durante los siglos XIX y XX se realizaron numerosas exportaciones, sobre todo a Francia, Italia y Estados Unidos de la mula de Kentucky (país donde fue declarado como la mejor raza del mundo) o el gascón, en Francia. Además, en esta etapa tuvo una enorme repercusión en la formación de ganado híbrido (mulos), por lo que fue muy cotizado.
Desde la antigüedad, este asno se ha estado utilizando para las faenas agrícolas, como lo ha hecho el resto de individuos de la misma especie. Determinadas citas de textos romanos de la antigüedad reflejan y presuponen la existencia y comercialización de grandes y soberbios garañones catalanes. De hecho, Varró cita la compra del senador Axius de un asno por 400.000 sestercios.
En la Edad Media se cotizaban más las mulas y los asnos que las yeguas y los potros, puesto que su capacidad de trabajo era superior y eran animales mucho más sufridos y resistentes. Pero desde la Revolución Industrial, su importancia pierde en pro de las máquinas que lo sustituyen.
AFRAC surgió en 1978 como respuesta a una llamada de auxilio del burro catalán, pues apenas alcanzaba la treintena de ejemplares la cabaña asnal de entonces, la mayoría propiedad de Cría Caballar. El auge de la mecanización en la década de los sesenta y los setenta hizo mermar su cría y uso, sufriendo un fuerte declive de población que casi lo conduce a la desaparición. Poco a poco, tanto la AFRAC como Cría Caballar han logrado multiplicar aquella terrible cifra, hasta situarla actualmente en los 440 burros catalanes en toda España.
Sin embargo, y pese al encomiable esfuerzo realizado por AFRAC y la Yeguada Militar de Écija, el mayor criador de burros catalanes es Joan Gassó, un ganadero romántico que decidió salvar la raza hace treinta años. Compró todos los ejemplares que encontró: 36 hembras que habían superado la edad reproductiva. Solo encontró un macho, en Cría Caballar, claro. Ahora, Gassó comercializa su semen a nivel mundial.
Pero Esteban Bosch, presidente de AFRAC, nos manifiesta que “hasta que no tengamos censados al menos mil ejemplares, estaremos dentro del riesgo de extinción. En estos momentos estamos en el buen camino, pero hay que animar a los jóvenes a que continúen con esta labor”.
VARIEDADES
- Burro Mallorquín: desciende del catalán y se ha modificado por el efecto de insularidad. En 1995 tan solo había registrados 4 hembras y 2 machos, con lo cual esta raza o ha desaparecido o está a punto de hacerlo. Hay otros asnos en Baleares que proceden de razas africanas o andaluzas, pero lamentablemente, pronto los auténticos burros mallorquines solo se podrán encontrar en una página de algún libro de historia.
- Burro del Pirineo: desciende de la raza catalana, aunque posee un tamaño más pequeño (1,20 y 1,50 m). Se caracteriza por la cabeza grande, orejas largas y finas, temperamento vivo, pelo corto y negro y buen trotador. Su especie está permanentemente asociada al ganado lanar, y a que todos los pastores disponían de, al menos, un ejemplar para transportar alimentos, ropas o mercancía. En 1905 se decía que por cada 206 cabezas de lanar había un burro. En aquellas fechas había censadas 90.400 ovejas, por lo que al menos existían 438 burros. Hoy en día no queda ninguno. Solo está reconocida como especie amenazada en Francia, donde hay creada una asociación par a su protección desde 1994. En España su situación es ignorada, por lo que su extinción es solo cuestión de tiempo.
Morfología
- Perfil: ligeramente cóncavo, hipermétrico, braquicéfalo y longilíneo.
- Notable corpulencia y constitución robusta.
- Peso: entre 350 y 450 kg.
- Altura a la cruz: 1,45/1,65 m. para los garañones y 1,35/1,55 para las hembras.
- Altura del lomo: 1,46 m.
- Perímetro torácico: 1,60 m.
- Ojos grandes y expresivos, orejas largas (38/42 cm.), estrechas y erguidas con gran movilidad. Cuello delgado, largo y musculado. Tronco recto y alargado, costillar poco redondeado. Pecho y tórax amplios, grupa reducida, partida y ojival. Cruz muy alta y cola de inserción muy baja. Crines poco pobladas y en forma de cepillo. Posee un pelaje fino y corto de capa negra o castaño oscuro, pero la barriga es blanca y en el interior de las orejas tiene pelo largo y sedoso.
- Las hembras pueden alumbrar solo 15 crías, teniendo en cuenta que su actividad reproductiva se inicia a los dos años y los embarazos son anuales.
Hemos reproducido este artículo, que ya publicamos en el nº 18 de la Revista Galope, la cultura del caballo, por el gran interés que tiene aún en la actualidad. Seguir sensibilizando al sector hípico-ecuestre nacional de lo mucho que hay que hacer todavía por esta raza asnal es lo que nos ha animado a publicarlo de nuevo.
Foto de inicio: Tan solo ocho días tiene este burrito catalán, una especie que, poco a poco, está logrando salir del peligro de extinción
Texto: Julia García-Ràfols
Fotografías: Julia García-Ràfols y Antonio J. Navarro