Los primeros auxilios
El caballo por su temperamento es un animal propenso a las heridas. Esto se debe a que es un animal de presa, es decir, comida de otros animales. Por esto, ante cualquier ruido, olor u objeto desconocido lo primero que hace el caballo es huir y después mirar para ver el objeto, considerándolo después si es peligroso o no
En la huida o intento de escapar es donde la mayoría de los caballos se lesionan, bien por tirar de donde esté atado, caerse, chocar contra algún objeto, mover bruscamente una extremidad, la cabeza, etc.
En este artículo describiremos las generalidades de las heridas y los primeros auxilios, y los siguientes números los enfocaremos a las heridas en las extremidades y las heridas por asta de toro.
La primera medida que todo propietario debe tener en cuenta es ser precavido. Más del 80% de las heridas que se producen suelen estar asociadas al mal manejo o malas instalaciones. Por eso, es muy importante revisar que los arreos del animal estén en buenas condiciones, el sitio donde esté alojado y atado sea el correcto, sin bordes cortantes ni punzantes, sustituyendo o arreglando aquello que potencialmente pueda causar una herida en un caballo.
Para el propietario lo más importante es clasificar las heridas en superficiales o profundas y en limpias o infectadas.
Heridas superficiales
Son heridas que solamente afectan a las capas superficiales de la piel. Se diferencian por ser poco sangrantes, no se aprecia diferencia de profundidad (o esta es mínima) entre la piel sana y la herida. Estas heridas son fáciles de tratar, la mayoría se curan limpiando la herida y aplicando algún spray que cubra la misma, mis preferidos son los que tienen una base de aluminio (aluspray), también se pueden utilizar las diferentes pomadas que hay con antibióticos. Lo más importante es que la herida tenga siempre una capa protectora que impida la contaminación, al mismo tiempo que se crean las condiciones necesarias para la recuperación. Si no hay complicación alguna la mayoría suele estar curada entre una y dos semanas.
Las heridas por roce, si llevan tiempo suelen lesionar tejidos en profundidad. En este caso la herida causó una infamación aguda que puso en peligro la vida del caballo por dificultar la respiración
Hay dos excepciones en este tipo de heridas que necesitan una valoración más detallada:
1.- Las producidas por presión. Un ejemplo es cuando un animal se queda con una pata apretada por cualquier material durante más de tres horas. En este tipo de heridas, al principio, no se aprecia casi lesión o es mínima, el daño suele producirse por falta de oxígeno y alimento, ocasionando que la piel se muera y se caiga trascurridos unos días, afectando a zonas profundas, necesitando controles para ver su evolución.
2.- Las heridas en los ojos. Si bien no se observan mucha profundidad se pueden complicar por las características propias del ojo del caballo. Que puede hacer que una herida en principio insignificante se complique con úlcera, rotura de la córnea y pérdida del ojo.
Heridas profundas
Estas son las heridas en las que está lesionada la piel junto con otros tejidos en profundidad (la distancia de esta a la piel es mayor de un centímetro), suelen sangrar bastante y dependiendo de la localización pueden estar afectadas estructuras importantes como venas, arterias, nervios, articulaciones, vísceras, etc.
Aquí podemos encontrar dos hechos: el primero, cuando el propietario llega y se encuentra al caballo con la herida; y el segundo, cuando en presencia del propietario el caballo se hace la herida.
En el primero de los casos las heridas suelen estar casi siempre infectadas. El tiempo para considerar una herida infectada está entre las cuatro y las seis horas después de ocurrida, puede variar dependiendo de cómo sea la herida y con qué se haya producido. En este caso lo que hay que hacer es:
- a) Llevar al caballo a un sitio lo más limpio posible (si el caballo se mueve sin dificultad).
- b) Aplicar si es necesario un repelente contra las moscas (no en la herida).
- c) Llamar al veterinario.
Este, dependiendo de la herida, optará por:
- Suturar (coser) la herida si no hay mucha infección.
- Aplicar antibióticos y retrasar la sutura unos días.
- Dejar que cierre por sí sola (con tratamiento antibiótico), si la infección es muy grande o no es posible suturar.
El segundo caso es en presencia del propietario, en estos casos hay una serie de recomendaciones muy importantes y que pueden facilitar considerablemente la evolución de una herida. Las llamo las medidas “S.I.S.I.” (Seguridad, Inmovilidad, Sangrado e Infección).
SEGURIDAD
Lo primero y más importante, aunque parezca algo obvio, es la seguridad, tanto del personal que está alrededor del caballo como de este. El animal se debe mover (si es posible) a un sitio limpio, seguro e iluminado. En ocasiones, un caballo que es tranquilo se puede volver asustadizo e imprevisible por el dolor que siente y la descarga de hormonas que inicia el cuerpo cuando ocurre una lesión, llegando a reaccionar de forma violenta sin importar qué o quién esté a su lado.
INMOBILIDAD
No es fácil conseguir que un caballo con una herida se esté quieto, pero debe tratarse, evitando los ruidos y demás aspavientos que pueda hacer el que maneja al caballo o los que le rodean. En el caso de que la herida se produzca en una extremidad o el caballo se muestre muy inestable para caminar es mejor esperar en el sitio hasta que llegue el veterinario.
Esta herida está infectada, necesitando una valoración cuidadosa para decir qué tratamiento seguir
SANGRADO
Si la herida está sangrando hay que aplicar gasas u otro material de tela limpio y presionar, si esta se llena de sangre no hay que retirar si no aplicar otro nuevo encima, esto facilita la formación del coagulo. Si la rotura de vasos es menor, el sangrado se para de cinco a 10 minutos de empezar, si se ha dañado un vaso importante el sangrado no se detiene, necesitando la llegada urgen- te del veterinario. Hay que intentar mantener la cobertura y la presión hasta que llegue el veterinario y pueda valorarla.
INFECCIÓN
En las heridas que han sangrado poco, una muy buena medida es aplicar un gel hidrogel (Tegaderm, disponible en farmacias) en la superficie de la herida, esto impedirá que esta se contamine y disminuye los efectos del medio ambiente en los tejidos de la herida. Lo cual facilita la sutura de la herida y mejora la recuperación.
Con estas cuatro sencillas medidas se ayuda de una forma considerable al caballo y al trabajo del veterinario.
Qué no se debe hacer
✔ Lo que no se debe hacer en caso de una herida profunda es aplicar cualquier producto que no sea un gel de base acuosa, en esto incluimos cualquier spray. Aplicar spray en heridas que se van a suturar lo único que hace es complicar, ya que es necesario retirar el producto antes del cierre, por lo que su uso se reserva exclusivamente para heridas superficiales o heridas que no se vayan a suturar.
✔ Lavar las heridas antes de la llegada del veterinario tiene que hacerse de forma correcta o mejor no hacerse. En heridas infectadas el hecho de lavar disminuye la suciedad exterior pero no suele influir en las bacterias que se han localizado en el interior de los tejidos, ocasionando frecuentemente la muerte de células por aplicar productos que cambian las condiciones del tejido.
✔ Tampoco hay que tocar con las manos la profundidad de la herida, ya que lo único que ocasionamos es meter la contaminación a profundidad, bien por las bacterias presentes en las manos del operario o por las ya presentes en la herida.
Texto y Fotos: José Aldebarán. Veterinario