Para la nueva temporada esta novedosa disciplina ofrece unos interesantes premios en metálico que se distribuirán en cada una de las tres carreras programadas (13 de marzo, 8 de mayo y 23 de octubre). El término MaraCross viene de las palabras Maratón y Cross. Se trata de una joven disciplina hípica que nació en Madrid en 1992 y que básicamente consiste en una carrera de resistencia (de 21 a 42 Km. en dos fases) que se desarrolla en un circuito de campo (de entre 2 y 6 Km.) dispuesto para que la prueba pueda ser contemplada por un amplio número de espectadores.
La MaraCross ha sido diseñada pensando en reunir la emoción de la velocidad con la belleza de los saltos de campo y la admiración que despiertan las pruebas de resistencia. Y todo ello mediante una prueba económica, segura, y fácil de organizar, así como técnicamente asequible para un gran número de caballos y jinetes. Esta prueba ha sido concebida desde el máximo cuidado de los caballos, buscando llegar al gran público y a ese enorme número de aficionados que no disponen del tiempo y los medios que se precisan para practicar otras disciplinas más exigentes. Existen tres controles veterinarios: previo, intermedio, y final. La primera fase es a velocidad controlada, y durante toda la prueba hay zonas de trote obligatorio para comprobar el estado de los caballos. Al disputarse sobre un circuito relativamente corto se favorece la selección de un suelo regular y seguro. Los pasos o zonas con dificultades (saltos, slalom, ría…) son opcionales y están realizados en materiales no peligrosos (alpacas de paja, brezo…), además no ofrecen un grado alto de dificultad. Está permitido que participen dos jinetes con un mismo caballo (uno en cada fase), abriendo así el abanico de participantes. Su sencillez y la variedad de distancias (21 a 42 Km.) favorece la participación de caballos de distintas cualidades, razas, y conformación. El bajo kilometraje (comparado con pruebas de resistencia pura) implica una duración razonable (sobre todo de cara a los espectadores), y para el jinete y su caballo supone un menor tiempo de dedicación al entrenamiento. En la primera fase se cubre aproximadamente la mitad del recorrido total a velocidad controlada (entre 14 y 25 k/h). En función del orden de llegada y del plazo de tiempo en que se supere el control veterinario intermedio, se saldrá a la siguiente fase hasta en tres turnos o pelotones; con intervalos de entre dos y tres minutos.
La emocionante segunda fase es a velocidad libre, y la clasificación final se establece por el orden de llegada a meta siempre que se supere el control veterinario final, para el que se dispone de un tiempo máximo de 25´ desde la hora de entrada de cada participante. Para ambas fases se dispone de un recorrido básico (sin obstáculos), que es algo más largo que si se opta por tomar (cuando se desee) alguno o todos los pasos opcionales; que en función de su grado de dificultad implicarán un mayor o menor ahorro de distancia. Más información en el 91 8158459 (tardes), o en el 650196699.