Cada uno de los días de concurso se disputaron tres pruebas complementarias diarias y otras tantas oficiales para las alturas de 1´20, 1´30, 1´35 y 1´40 metros. En la prueba más relevante, el Gran Premio que cerró el certamen, Josechu Verdugo se alzó con la victoria montando a R Mes de la Bar; en segundo lugar estuvo Alfonso Salguero con Wimpel Van de Pademborre y tercero en el podio Juan Queipo de Llano con Finisterre.
En la prueba a 1´30 metros, baremo Velocidad y Manejabilidad disputada previamente, fue Emilio García-Torres con Mambo Rock quien se situaba en la primera posición; seguido de Jaime Gabarrón con Lila de Quijas que fue segundo y de Luis Méndez Márquez que con RPZ Willeke fue tercer clasificado.
Por último, en la prueba de 1´20 metros se impuso Rafael Hosannah con Tea das Leiras, mientras Francisco Almansa con Calex de Las Llamosas y José Luis Téllez con Eclypse de Luna, ocupaban respectivamente la segunda y tercera posición.
Entre los participantes hubo jinetes de gran nivel, y otros que parece que tienen un gran futuro, como es el caso de Victoria Federica de Marichalar y Borbón.
Las jornadas que se vivieron fueron de una gran hermandad entre el personal de la institución de la Guardia Civil, que se esforzó al máximo con todos los detalles para que el personal civil pasara unos días agradables con el objetivo de poner en valor la disciplina del Salto de Obstáculos.
Entre las actividades extras para diversión del público, tanto para pequeños como para mayores, estaba la posibilidad de montarse en una calesera tirada por dos magníficos caballos frisones y guiados por dos componentes de la benemérita.
Otros de los detalles que destaca en la organización es que uno de los obstáculos del recorrido de la competición estaba pintado con los colores y escudos de los clubes de fútbol Atlético de Madrid y Real Madrid, en deferencia a la celebración de la final de la Champions League disputada el sábado por la noche. Con este mismo fin, en la zona de ocio se instaló una pantalla gigante para que los asistentes pudieran seguir este gran acontecimiento, cosa que muchos agradecieron porque la lluvia era acuciante en esos momentos.