La llegada de este más que peculiar Gran Premio de Madrid 2020 (al que el Covid no pudo hacer que se disputara con público pero sí con una muy discreta entrada que no se acercó al máximo del 75% de aforo) sí que fue de las que se quedan en la retina del aficionado. Primero Hipodamo de Mileto –el vigente campeón de la prueba y que venía de todo un segundo puesto en Listed francés- entabló un cabeza con cabeza con Cnicht hasta que probablemente el hijo de Falco y La Atalaya se lesionó en plena lucha. Entonces vino desde el exterior Emin, que con la enérgica monta de Nico de Julián en la que era su primera actuación en esta carrera parecía birlarle el trofeo al francés, cosa que no ocurrió por corta cabeza.
En el paddock de ganadores del hipódromo, el tordo Cnicht se luce
Emin sacó petróleo de su extraordinario fondo –todo un ganador del Gladiateur y del Gran Premio de San Sebastián. Y el que tiene fondo soporta mejor una carrera disputada bajo 36 grados de justicia. El Gran Premio de Madrid volvió al horario matutino tras los experimentos, creemos que nada desacertados, de disputarlo por la tarde, y la temperatura del recinto del oeste de Madrid hervía. Como siempre, a algún que otro purasangre habrá que seguirle cuando tras esta carrera vuelva a competir en situaciones climatológicas más livianas.
En medio de la pista, el jockey ganador Forest con su mascarilla reglamentaria
UN PREMIO CLAUDIO CARUDEL EN TONO EPSOM DERBY
Como si supiera que veinticuatro horas antes se había disputado el Derby en Epsom, Amedeo Modigliani se acordó de que un día llegó a ser favorito de aquella carrera y, reciclado a los 1.600 metros, firmó una luminosa victoria en el Gran Premio Carudel, que cosas de este mundo pandémico se disputó una hora antes del Gran Premio de Madrid. La carrera en sus metros finales sólo estuvo entre este caballo de la Yeguada Rocío y Sallab, un caballo que tenía algunas opciones de victoria pero no tantas como indicó su baja cotización en apuestas, algo que también ocurrió con su compañero de colores Melting Dew en el Gran Premio, quizá indicativo de que su cuadra invirtió en sus apuestas a ganador. Sallab tuvo un momento ganador a doscientos metros de la llegada pero ahí surgió la clase escondida de Amedeo Modigliani para sentenciar la carrera.
Ya pasada la meta, Janacek sobre Amedeo Modigliani mira a su compatriota Lukasek sobre Sallab
Este hijo de Galileo y madre por Danehill Dancer, uno de los cruces más clásicos en el presente siglo para la irlandesa cuadra Ballydoyle, fue durante algún tiempo del invierno-primavera de sus tres años el secreto a voces de esta cuadra y se colocó en cabeza de las cotizaciones del Derby, pero una lesión le impidió correr esa carrera y todo aquel año, volviendo a las pistas ya a cuatro años, bajando progresivamente de distancia y sin conseguir volver a ganar. Fue adquirido por la Yeguada Rocío en 45.000 guineas en la clásica subasta de Tattersalls de caballos en entrenamiento de octubre y aunque la brusca bajada de los premios debido a la pandemia le va a alargar el poder conseguir recuperar la inversión –el Claudio Carudel ha bajado de 30.000 euros al primero a 18.000- en ésta su primera carrera en España se presenta de momento como el claro líder de la generación de la milla.
Texto y Fotos: Jesús de Miguel