Muchos amantes del caballo ambicionan poseer su propio equino, y para algunos, estos sueños se extienden a la pista de competición. Pero ¿cuántos jinetes piensan en adoptar en lugar de comprar?
Jessica Carr es una de esas señoras. La decisión de adoptar a un caballo le llevó a compenetrarse con él toda una vida.
Romeo era un rescatado ex caballo de carreras con una tremenda genealogía -su padre, Tapit, tenía un precio como semental de 300.000 dólares-, pero su carrera había llegado a su fin. «Compré a Romeo por 200 dólares porque necesitaba paciencia y tratamiento en sus articulaciones porque tenía el sesamoideo roto», nos dijo Jessica.
¡Ese riesgo dio sus frutos, y Jessica terminó teniendo un caballo que lo tenía todo: el aspecto, el temperamento y una presencia ganadora en la pista! «Un animal rescatado tiene mucho aprecio por la persona que lo acoge, realmente creo que te entrega su corazón y su alma, y pienso que Romeo sabía que lo estaba salvando de una vida de incomprensión, ¡y a su manera, él también me salvó a mí!”, rememora Jessica. Nada es comparable a dar un hogar a un caballo que lo merece.
Campeones inesperados
Los principiantes como Jessica y muchos profesionales han cautivado a las multitudes durante años con conmovedoras historias de caballos necesitados. Precisamente, uno de esos ejemplares fue el famoso caballo de Salto de Obstáculos Snowman.
Conocido como «El caballo Cenicienta», Snowman era un equino de granja que se salvó del matadero y forjó una exitosa carrera en la disciplina de Salto de Obstáculos, en EE. UU. Esto le llevó a formar parte del Salón de la Fama del Salto en Estados Unidos ¡y fue inmortalizado con su propia figura Breyer (fabricante de figuras de caballos de colección)!
Para los jinetes que sueñan con ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, o realizar una competición sin fallos en un concurso, o cualquier otra cosa, las historias de caballos como Snowman y Romeo son una prueba del hecho de que puedes encontrar a tu compañero perfecto ¡no solo comprándolo en una ganadería sino también adoptando a un caballo necesitado!
Encontrar una salida en la competición
Si tienes un espíritu competitivo, encontrar un camino que se adapte a vuestras necesidades es quizás una de las partes más gratificantes como propietario de caballos. Si bien es cierto que muchas asociaciones de razas de caballos solo permiten competir a ejemplares registrados; esta no es la única opción para salir a pista.
La mayoría de las disciplinas tienen competiciones específicas que están abiertas a todas las razas y dan la bienvenida a cualquier caballo, ya sea registrado o no, ¡con los brazos abiertos! Un gran ejemplo de un evento abierto a cualquier caballo es el más grande de todos … los Juegos Olímpicos.
En este nivel más alto de competición, el deporte ecuestre se juzga únicamente por su mérito, la raza y la familia de cada equino no juegan ningún papel en la puntuación. En cambio, es su desempeño el que se analiza.
Ideas preconcebidas
Una de las razones principales por las que no se adoptan más caballos para competición es la suposición de que no están registrados, que están lesionados, viejos o, en el caso de los caballos de carreras, son muy nerviosos.
Muchos caballos jóvenes, sanos, registrados y afables se encuentran en centros de acogida, a la espera de que alguien los adopte y vean que estos ejemplares son unos atletas increíbles.
El hecho de que hayan sufrido negligencias, abusos, que estén al final de su carrera deportiva o por problemas económicos de sus dueños, no los hace menos merecedores de un hogar lleno de amor.
Coste y valor
Un factor que impide que muchos aspirantes a propietarios de caballos pasen a ser propietarios de caballos es el coste de la compra. Para el jinete experimentado o para el principiante, la adopción puede ser una solución rentable que no solo será buena para su cuenta bancaria, sino también para el alma.
Ex caballos de carreras
No solo los caballos maltratados necesitan nuevos hogares, muchas organizaciones como el Programa de Adopciones de New Vocations Racehorse -acogen caballos que entrenaron para ser ejemplares de carreras, pero nunca llegaron a las pistas de competición-, encuentran nuevos hogares para sus caballos. A estos equinos, que pueden resultar difíciles para los jinetes, se les da una doma básica para prepararlos para su nuevo cometido, que no será las carreras. Y están haciendo un gran trabajo. ¡Hasta ahora, su programa ha adoptado más de 6.500 caballos!
Texto: Nadia Aslam – FEI / Fotos: FEI