El Servicio de Cría Caballar, dependiente de la Subdirección General de Administración Periférica del Ministerio de Defensa, cumple 155 años de servicio a la sociedad española en este 2018. La finalidad de este poco conocido servicio es la crianza, selección y puesta a disposición de los Ejércitos, de la Guardia Real, y de las unidades, centros y organismos que, en el ámbito del Ministerio de Defensa, se determinen, del ganado equino y canino necesario para el cumplimiento de su misión.
También dota de ganado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y otros entes públicos, mediante convenios de colaboración suscritos por el Ministerio de Defensa. Igualmente, se encarga de la formación ecuestre y caballar en el ámbito militar y colabora con otras entidades públicas y privadas en actividades propias del sector caballar y canino.
El servicio de Cría Caballar dispone de varios Centros Militares de Cría Caballar distribuidos por toda la geografía nacional (Jerez de la Frontera, Écija, Ávila, Zaragoza, Mazcuerras (Cantabria) y San Sebastián); un Laboratorio de Investigación Aplicada, en Córdoba; y una Sección de Enseñanza Ecuestre, en Madrid. También cuenta con una Unidad de Explotaciones Agrícolas, en Écija (Sevilla) y Jerez de la Frontera (Cádiz), para gestionar las fincas rústicas asignadas al propio Servicio de Cría Caballar y su explotación. Entre ambas suman 3.900 hectáreas y su producción se distribuye entre el autoconsumo, la enajenación y el uso para semilla.
Pilares fundamentales
1- Como fruto de su misión principal, la prestación del Servicio de Cría Caballar se asienta sobre tres pilares fundamentales. El primero, la conservación del patrimonio genético de la cabaña equina española, preservando la calidad de origen y protegiendo determinadas razas autóctonas en peligro de extinción, como pueden ser las asnales.
2- Como segundo pilar se encuentra la cría, selección y puesta a disposición de caballos y perros para dotar a las unidades de las FAS, FCSE y de las policías autonómicas y locales, a través de convenios, para racionalizar los recursos públicos y obtener ejemplares aptos para cumplir estos cometidos.
3- Y, por último, la aportación al sector ganadero de sementales de calidad para mejorar y aumentar la producción del sector equino nacional, a través de las tradicionalmente denominadas paradas públicas, realizadas por los Centros Militares de Cría Caballar a lo largo de toda la geografía española. Gracias a estas, en los últimos cuatro años, se han cubierto casi 13.000 yeguas; la inmensa mayoría por inseminación artificial, técnica en la que los veterinarios del Servicio de Cría Caballar son expertos.
Al servicio de las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las Policías Autonómicas y Locales
Una de las principales misiones del Servicio de Cría Caballar es la remonta, la dotación de caballos a las Fuerzas Armadas (FAS) y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) que así lo requieran. La remonta también implica la doma de los caballos que se entregan. Por otra parte, el Servicio también provee a la Guardia Real, la Guardia Civil, la Policía Nacional, las academias y unidades militares de los Ejércitos de Tierra, del Aire y la Armada, así como a policías autonómicas y locales de perros de trabajo, que cría en el Centro Militar de Cría Caballar de Ávila. “En este sentido, somos una unidad de socialización canina. Durante sus primeros 12 o 14 meses de vida, sometemos a los perros a todo tipo de estímulos, para que luego sean capaces de trabajar, independientemente de las circunstancias que los rodeen. También probamos que sean aptos para ser adiestrados para los trabajos requeridos. Desde 2011, hemos entregado ya 160 perros”, asegura el teniente coronel Crespo, veterinario y jefe del Centro Militar de Cría Caballar de Ávila.
Al servicio de la sociedad
Un importante servicio público que presta la Cría Caballar son las paradas públicas de sementales para la mejora de la cabaña equina y apoyo a los ganaderos. Las paradas son los establecimientos donde se lleva a cabo la cubrición, bien por monta natural, inseminación artificial o técnicas de transferencia de embriones. La tasa de la cubrición se estipula para que costee los gastos del servicio y poder mantenerlo.
Hoy en día, los sementales de los grandes ganaderos son muy buenos porque la cabaña equina nacional se ha mejorado mucho, por eso, nosotros llegamos preferentemente a los pequeños ganaderos o a los grandes, si lo que quieren es “refrescar” la sangre de sus ejemplares», matiza el teniente coronel López, jefe del Centro de Écija. Otro aspecto que desarrolla el Servicio es la contrastación, que es la prueba del valor del caballo en relación con la función que va a desarrollar. “Esto va en razas, porque cada raza vale para una disciplina si bien hay que ver el nivel de cada ejemplar y discriminar cuáles son los mejores”, comenta el teniente coronel Gil-Fournier, jinete y jefe de la Sección de Enseñanza Ecuestre.
Otro aspecto del servicio público que presta Cría Caballar viene de la firma de convenios de colaboración. Estos se organizan en tres grandes grupos. El primero, los suscritos con universidades para la investigación, formación especializada y docencia. El segundo, con organismos oficiales e instituciones particulares para la cesión de caballos y perros para la Seguridad y la Defensa, para el trabajo con personas discapacitadas o para la doma (como la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre). Y, por último, con organismos que se dedican a la formación de jinetes y difusión de la equitación o cursos destinados a la formación en oficios relacionados con el caballo. Estos últimos se ofrecen en el ámbito del Ejército, pero se prevé ofrecerlos a la población civil.
Unidad de socialización canina
Al servicio de la Investigación y la Enseñanza
La investigación llevada a cabo por los veterinarios destinados en los diferentes Centros de Cría Caballar y por el Laboratorio de Investigación Aplicada abarca diferentes campos de especialización, desde la genética hasta la investigación aplicada a otros ámbitos —como la evaluación de riesgo de malaria en zona de operaciones, la zoonosis y el bienestar animal—, pasando por la reproducción equina. Todo ello completado con la formación de especialistas con un alto grado de preparación científica y técnica.
Texto y Fotos: Boletín Informativo “Tierra”