Cuervo y Sobrinos, marca del lujo que desde su nacimiento en 1882 ha unido siempre la elegancia de sus relojes con la impecable y tradicional tecnología suiza, continúa hoy alimentando su característica imagen de glamour lejano con rigurosas ejecuciones técnicas y cánones de elegancia relojera que corresponden, con cálidos diseños, a la vida que hasta los años 50 manifestaba el verdadero placer de disfrutar de los objetos que acompañaban un mundo, hoy parte de un glamour ya lejano. Y entre esos objetos se pueden sin duda contar los coches que en aquel entonces manifestaban con imponencia y refinamiento todo este culto de formas y materiales que todavía nos llenan la vida. Por eso la marca Cuervo y Sobrinos, aunque hoy lanzada con éxito en su nueva modernidad, no ha querido renunciar a la nostalgia de ese mundo estético y refinado en el cual siempre ha sido protagonista, participando, con la glamorosa imagen de sus relojes, a las concentraciones más esmeradas de coches clásicos donde puede resaltar las motivaciones para reproducir las mismas sensaciones de aquel entonces con sus nuevos modelos tan esmerados.
Cuervo y Sobrinos empezó por tanto esponsorizando la reedición de la Copa de Bergamo en Italia, participando además con un Maserati fórmula 1 de 1928 y, en los primeros días de noviembre, ha participado también como esponsor de los principales al Tour de España Clásico, animado por 126 fantásticos coches entre los cuales el Alfa Romeo Giulietta Spider Veloce de 1959 de Cuervo y Sobrinos. Imagen y producto en el curso de los años inolvidados hasta hoy, empezando así Cuervo y Sobrinos una nueva era en su tradicional producción relojera.