El primer soberano huangdi, “el soberano amarillo” fue el primero en saber utilizar el fuego para fabricar objetos, así nació la primera alfarería y las primeras fundiciones de armas. Se dice que también inventó el carro y el barco.
En las listas de los inventos y héroes de la cultura china, la cría de caballos y ganado vacuno está fechada a partir de la época Shang. Por otra parte, no existe fuente alguna que indique que el caballo y el carro llegaran a China desde el exterior, parecía completamente imposible que cualquier bien cultural no se hubiese desarrollado en forma perfectamente autónoma en el seno de su propia cultura.
Yacimiento del mausoleo del Primer Emperador, Shihuangoli, con más de 8.000 figuras de cerámica a tamaño natural
Los guerreros nobles constituían el núcleo central de las tropas, precisamente por manejar ellos mismos los carros de combate. Antes de finalizar el siglo VI a.C., los ejércitos no eran grandes, sino que estaban formados por guerreros nobles en sus carros de combate apoyados tan solo por pequeños contingentes de peones en su mayoría esclavos. A partir del siglo IV a.C., los carros de guerra fueron desapareciendo y reemplazados, en parte, por arqueros a caballo. Para este nuevo cuerpo de hombres, el rey ordenó que se vistiera a la manera nómada, es decir, con pantalones y chaquetillas cortas en lugar de las largas túnicas. Estos jinetes fueron conocidos, más tarde, por su armadura laminada. A causa del aparato que esta suponía, así como del apoyo que requería la ballesta surgió la necesidad del estribo. Las primeras evidencias arqueológicas de su uso han sido fechadas hasta el momento alrededor del 301 d.C.
Jinete y caballo estaban protegidos con una armadura de placas de metal articuladas
En consecuencia, podemos decir que los chinos desarrollaron al caballero con armadura muchos siglos antes de que esta costumbre llegara a Europa. El valor de esta caballería supuso para los chinos el enfrentamiento a la caballería ligera de los nómadas que tanto los acosaban, pero estos ni conocían el estribo ni llevaban armadura.
Texto y Fotos: Julia García Rafols – Experta en Historia del caballo