Cada tranco de galope, un aire de tres tiempos, es seguido por un momento de suspensión. El posterior exterior comienza la secuencia, seguido por el posterior interior junto con el anterior exterior, y finalmente el anterior interior, la “mano del galope”. Después, el caballo tiene las cuatro extremidades en el aire, mientras el posterior exterior se adelanta para iniciar el siguiente tranco. El caballo hace un movimiento basculante, hacia delante y hacia atrás, al repetir la secuencia, y el peligro aquí está en que el jinete estará tentado a mover la parte superior del cuerpo con ese movimiento, inclinándose hacia delante cuando la cabeza del caballo se levanta, y hacia atrás cuando baja la cabeza. Esto podrá dar buen resultado en un caballo balancín de juguete, ¡pero molesta mucho y desequilibra a uno de verdad!
La forma correcta de sentarse al galope consiste en mantener el cuerpo erguido durante toda la secuencia, dejando oscilar ligeramente la parte inferior de la espalda cuando el caballo desciende el tercio anterior y tensando de nuevo al elevarse en el momento de suspensión. El asiento en todo momento debe permanecer en la silla y las piernas no deben moverse de su sitio a los lados del caballo –pero el antebrazo y la mano deben ser suficientemente suaves para seguir el movimiento de la cabeza y el cuello del caballo, manteniendo un contacto estable con la boca.
Ejercicios al galope a la cuerda
Primero se hacen con estribos; se harán sin estribos en cuanto la confianza y el equilibrio del jinete lo permitan:
• Sujetándose con una mano a la montura, girar el otro brazo en círculo hacia delante y hacia atrás. Cambiar de brazo.
• Rotar ambos brazos hacia atrás.
• Poner ambas manos en las caderas.
• Levantar ambos brazos por encima de la cabeza.
• Transiciones galope/trote/galope usando la espalda, el asiento y las piernas, con las manos en posición, pero sin tener las riendas. La persona que da cuerda deberá dar las ayudas para las transiciones.
• El jinete debe tomar su tiempo para concentrarse en el movimiento del caballo bajo la silla; aprender a sentir la secuencia de tres tiempos y el momento de suspensión; notar cómo sube y baja el cuerpo del caballo; mantener el cuerpo erguido mientras la pelvis sigue el movimiento del caballo.
La media parada
La media parada también se debe enseñar a la cuerda. El jinete debe practicar la coordinación de pierna/asiento/mano, aprendiendo a hacer la media parada correctamente usando la misma presión de espalda, asiento y piernas para finalmente cerrar los dedos. De este modo está pidiendo que el caballo vaya algo más lento y remeta más los posteriores, acto seguido el jinete debe ceder la mano para que el caballo vuelva a avanzar. Esto requiere bastante coordinación por parte del jinete (y para reiterar una observación hecha anteriormente) un caballo que no esté domado no sabrá responder a una media parada, aunque se le pida correctamente. Un jinete a la cuerda sobre un caballo bien domado no debe preocuparse de controlar la dirección y podrá concentrarse en aplicar las ayudas; así aprenderá cómo debe sentir la media parada bien ejecutada cuando el caballo responda.
Aspectos generales
Estos ejercicios a la cuerda pueden ser muy agotadores para el jinete, sobre todo al montar sin estribos, y un jinete cansado no puede aprovechar las lecciones. Es mejor parar a intervalos frecuentes para que el jinete pueda estirarse y relajar cualquier parte del cuerpo donde tenga tensión o dolor, podrá rotar los pies para aliviar rigidez; estirar los brazos y rotar la cabeza para suavizar tensión del cuello. Éste debe hacerse con el caballo al paso con riendas largas o libres; el caballo también necesita estirarse y relajar. No hace falta decir que a lo largo de la sesión a la cuerda se debe cambiar de mano con frecuencia, sobre todo cuando se trabaja a galope.
Al hacer transiciones sin usar las riendas nos aseguramos de que el jinete no dependa de las manos para hacer transiciones a menos. Debe aprender a hacerlas cerrando las piernas, resistiendo ligeramente con los riñones, sentándose profundamente en la montura –y, al final de todo ello, cerrando los dedos de la mano.
Hacia el final de la sesión a la cuerda puede ser revelador quitar las riendas de atar y los estribos y hacer que el jinete trate de montar al caballo redondo, en la mano. El jinete que no lo consiga necesita más práctica a la cuerda antes de poder intentar montar al caballo suelto por la pista.
Trabajar el caballo y el jinete avanzado a la cuerda
Trabajar a la cuerda, a veces, se considera, ante todo, una técnica para enseñar a jinetes principiantes y a caballos jóvenes, pero, de hecho, sigue siendo de gran valor para jinetes avanzados y binomios jinete/caballo.
Al trabajar el caballo y el jinete avanzado a la cuerda, el entrenador no solo podrá asesorar y ayudar al jinete en cuanto a posición, sino también ayudar con la fusta a mejorar transiciones o añadir impulsión en movimientos más difíciles, como el piaffé.
El caballo es montado de forma normal; el jinete lleva las riendas y los estribos, pero no se ponen riendas de atar. El jinete debe usar el asiento y las piernas para mover al caballo hacia delante y hacia la mano. El entrenador debe observar la posición del jinete, controlar que use la pierna, el asiento y la mano correctamente y vigilar que lleve los hombros siempre paralelos a las espaldas del caballo.
El caballo empieza a trabajar a paso reunido. Después se le pide espalda adentro y cabeza al muro. Es importante que el jinete mantenga la incurvación correcta, lo cual implica la posición y el uso correcto de la pierna exterior detrás de la cincha para controlar la grupa. A continuación, se trabaja a trote reunido, y nuevamente se hace espalda adentro y cabeza al muro. La reunión debe ser mantenida en todas las transiciones, el caballo debe trasladar más peso sobre sus posteriores, no solo acortar el cuello. Ahora se hacen medias piruetas al paso; los posteriores deben seguir batiendo en la correcta secuencia del paso, mientras los anteriores giran alrededor por el interior de la pista. El caballo debe estar muy reunido, y el semicírculo de la media pirueta debe ser muy pequeño. Los ejercicios se repiten a la otra mano por el mismo orden.
Luego se harán transiciones trote/paso/parada, siempre controlando que el caballo esté cuadrado en la parada. Después se hacen transiciones de trote reunido a galope reunido y nuevamente a trote reunido; después de trote reunido a galope en trocado con un cambio de pie para volver a firme. Este ejercicio debe repetirse a la otra mano.
Ahora el caballo podrá estirarse y relajarse, cediendo la mano a trote reunido, el caballo debe mantener el trote, pero estirar el cuello hacia delante y hacia abajo. Después puede hacer paso con riendas libres. El jinete también puede aprovechar el descanso para estirarse y relajarse.
El jinete vuelve a coger las riendas y ahora se practicarán las transiciones trote reunido/piaffé/trote reunido; aquí el entrenador puede ayudar a fomentar el remetimiento tocando los posteriores suavemente con la fusta. A continuación, se harán transiciones de piaffé/trote reunido/paso reunido, seguido de una media pirueta al paso, y se repiten los mismos ejercicios a la otra mano. La sesión debe terminar nuevamente dejando estirar y relajar, antes de desmontar, recoger los estribos, aflojar la cincha, y premiar al caballo.
Trabajar a la cuerda de este modo ayuda tanto al jinete como al caballo a mejorar. La ayuda pie a tierra facilita que el caballo comprenda lo que se le está pidiendo, y el jinete podrá desarrollar un asiento activo para montar al caballo hacia delante y usar el asiento, la pierna y la mano para reunirlo. Además, podrá aprender a trasladar más peso sobre el estribo interior de la manera correcta.
Texto y Fotos: La Equitación de Arthur Kottas editado por Grupo Lettera, S.L.