A más de mil metros de la llegada, girando en la famosa curva de Tattenham Corner con su enorme cuesta abajo, el trío de la carrera ya iba en cabeza por su orden final de llegada, nadie les pudo quitar su sitio en toda la larga recta de este hipódromo que en la jornada de hoy ha aparecido vacío y espectral. Los favoritos English King y Kameko viajaron durante la largada acechando a los punteros y amenazando con saltar sobre ellos llegada la recta y protagonizar una llegada digna de esta carrera. Delante de ellos, aparte del destacado puntero, galopaban cómodos Khalifa Sat y otro poco acreditado corredor de Ballydoyle, Amhran Na Bhfiann. Ni a uno ni a otro pudieron adelantarles durante la recta, cerrando el segundo y tercer puesto y dejando a la llegada del Derby de Epsom sin ningún caballo de verdadero prestigio.
Uno piensa en el futuro de Serpentine y se ilusiona si su forma de correr le va a convertir en un émulo de Frankel, famoso puntero y destroza pruebas. La sorpresa de la táctica ya está amortizada, pero dado el tamaño de la demolición que ejerció el potro de Aidan O’Brien en las cuestas arriba y debajo de Epsom la estrategia bien podría repetirse. El caballo tiene la tipología de correr para intentar la otra victoria clásica del St. Leger, aunque caballos para ese maratón sobran en las cuadras de Ballydoyle. Su aparición en el Arco del Triunfo debería darse por segura, pero como él mismo ha dejado demostrado con esta victoria estamos en un año raro, raro, raro y cualquier elucubración puede sobrar.
En su primera monta, McNamara se llevó el enorme trofeo para el jockey de la “Blue Ribband”
LA MÁQUINA DE GALOPAR LOVE SE PASEA IMPERIALMENTE EN EL OAKS
Una historia radicalmente diferente ocurrió en el Oaks: Love rompió el récord de la prueba marcada por Enable y se ha situado a la misma altura de calidad que cuando la prodigiosa yegua de Abdullah venció en esta carrera hace tres años. Se piensa ya en ella como una más que sería candidata al Arco del Triunfo, que es la carrera más vinculada en los últimos años con las potrancas que deleitan en Epsom. En Longchamp se podría encontrar con la propia Enable, en su cuarta salida allí, intentando el nunca realizado triplete.
Ha habido grandes yeguas que se han coronado en Epsom camino de una gloria eterna en su carrera posterior, y desde luego esta Love apunta en este camino. Era evidente que siendo hija de Galileo su performance en Epsom debía ser incluso mejor que el carrerón que se marcó para ganar las 1000 Guineas, pero ganar por 9 cuerpos y terminar casi trotando… La experiencia dice que en los aproximadamente 700 metros de recta de este hipódromo, con sus propias subidas y bajadas, suelen pasar muchísimas cosas que contar en cada una de sus carreras, pero en el Oaks 2020 pasaron muy pocas: Love avanzó y avanzó por los palos, el tamaño de las yeguas comenzó a menguar según la cámara se abría para incluir al mayor número posible de contendientes, y el relato se terminó.
La prometedora Flankly Darling, incluso haciendo un fabuloso tercer puesto, no se adaptó bien al terreno según su jockey Dettori y esto facilitó que O’Brien firmara la gemela con pupilas suyas gracias a Ennistymon que competía en la que era solo su cuarta carrera y que vengó su derrota ante la primera citada en el Ribblesdale de Ascot.
Texto: Jorge de Miguel
Fotos: Epsom Racecourse