España y Portugal, Lezirias y Montenmedio, han vuelto a darse la mano un año más. ¿El motivo? La celebración de una nueva edición de la Copa Ibérica de Enganches, que ha contado con la participación de los principales cocheros lusos y españoles, además de representantes de Bélgica y Francia. Se trata de la única competición internacional de la modalidad que se celebra en nuestro país, por ello crea una expectación entre los participantes españoles semejante únicamente a la del Campeonato de España de la disciplina.
Un podio repartido
Los cocheros belgas acabaron el CAI-B de Lezirias y Montenmedio, celebrado entre finales de marzo y principios de abril, dominando las modalidades de cuartas de ponis y limoneras. Nadie pudo hacer sombra a la participante belga, Mia Allo, que con 30 puntos en cada una de las sedes fue la indiscutible dueña del escalón más alto del cajón. A seis puntos escasos se quedó el cochero francés Bernard Sarref, que con 54 puntos sumados entre Lezirias y Montenmedio le arrebató la plata a la anfitriona en ponis, la portuguesa Valerie Clarke, que accedió al bronce con un total de 50 puntos.
El caballo del belga André Herman le llevó directamente al oro en la modalidad de limoneras, tras acabar ambos internacionales con un total de 60 puntos. Seis puntos privaron al portugués Jorge Baixo de la gloria, que llegó rodando en su limonera hasta la plata. Por detrás, con 48 puntos, acabó su actuación el francés Patrice Bagilet, que dejó fuera del cajón al resto de participantes portugueses. Hay que decir que el nivel en esta edición de la Copa Ibérica de Enganches ha sido bastante destacado, a tenor de la apretada clasificación, con márgenes muy estrechos en las puntuaciones.
No hubo sorpresas en troncos
Como era de esperar, la experimentada cochera portuguesa Ana Cristina Guerreiro se alzó con la primera plaza de la competición tras acumular un total de 60 puntos entre el internacional de Lezirias y el de Montenmedio, muy distanciada de la segunda y tercera posición, que fueron para los belgas Jose Riche (52 puntos) y Dirk Stael (50 puntos), respectivamente. El mejor español clasificado fue Manuel Díaz Morales que, con 36 puntos (17 en Lezirias y 19 en Montenmedio), se tuvo que conformar con la quinta posición, plaza de la clasificación que compartió con el sueco Jan Eric Andreasson.
Muy por detrás quedaron Jorge Muñoz Sánchez, Miguel Ángel Gutiérrez Camarillo, Pablo Pera o José Manuel Fernández Borrego.
Reñida prueba en cuartas
Nada estaba decidido en Lezirias, a pesar de la destacada actuación del participante luso Christopher de Beck. Es cierto que el experimentado cochero ejecutó en su país una impecable prueba, como dejó claro la clasificación. Treinta puntos se llevó de casa y sólo tenía que repetir la actuación en el sur de España, en un circuito de maratón considerado por los participantes menos exigente que el portugués. Sin embargo, se relajó y fue brillantemente aprovechado por su más directo rival, el francés Patrick Rebulard, que con un total de 53 puntos se alzó con la victoria en Montenmedio (25 puntos en Lezirias y 30 en Vejer). De Beck y sus cuatro caballos se quedaron muy cerca del oro (53 puntos), mientras que la tercera plaza estuvo compartida entre los españoles Juan Pedro Redondo y el cochero de la Real Escuela de Arte Ecuestre, Manuel Márquez Medina, que fueron las mejores intervenciones españolas.
La baja de Juan Robles
El cochero más laureado del panorama nacional, el jerezano Juan Robles Marchena, vio cómo todas sus posibilidades de colgarse el oro en el internacional Copa Ibérica se ahogaban en el Guadiana. Su actuación en Lezirias fue la segunda mejor de la competición, después de la intervención de Cristopher de Beck. El campeón de España acabó a medio punto escaso del vencedor y lo hizo después de ser el mejor en la prueba de maratón. También fue el mejor en la manejabilidad, pero desafortunadamente se quedó muy descolgado en la doma portuguesa. Sin embargo, de nada sirvió el esfuerzo del español en el país vecino. Los caballos de Robles Marchena, reproductores de pura raza española del Depósito de Sementales de Écija, tuvieron que cumplir con su objetivo principal, la reproducción, por orden de Cría Caballar, obligando así al cochero a abandonar la competición a mitad del camino.
Dos maratones diferentes
La prueba de maratón es, junto a la prueba de doma, la que marca la temperatura de cualquier competición de Enganches que se precie. Los participantes de esta última edición de la Copa Ibérica coincidieron en calificar de mayor dureza el circuito de obstáculos de Lezirias, en Portugal, primera cita del evento. La complejidad en la combinación de las puertas de los angostos obstáculos sumado a una irregular orografía del terreno hacen de Portugal una prueba más severa que la de Montenmedio. Con todo, la participación aplaudió el diseño de los técnicos y jueces del concurso, así como la organización de ambos internacionales.