Desde el 1 de julio está en vigor el nuevo Código Penal que castiga con penas de cárcel la violación de los derechos de autor en Internet, una medida más contra la piratería digital tras la puesta en marcha el pasado 1 de enero de la Ley de la Propiedad Intelectual, que aumentó las multas por este delito hasta los 600.000 euros. El nuevo Código Penal recoge que “Será castigado con la pena de prisión de seis meses a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses el que, con ánimo de obtener un beneficio económico directo o indirecto y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya, comunique públicamente o de cualquier otro modo explote económicamente, en todo o en parte, una obra o prestación literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios.”
Asimismo, también se persigue a quienes vulneren las medidas anti-copy presentes en los dispositivos: “Será castigado también con la misma pena quien fabrique, importe, ponga en circulación o tenga cualquier medio específicamente destinado a facilitar la supresión no autorizada o la neutralización de cualquier dispositivo técnico que se haya utilizado para proteger programas de ordenador o cualquiera de las otras obras”. Desde Grupo Lettera creemos que es fundamental la protección de los derechos de autor para contribuir a un sólido desarrollo cultural en nuestro país. “Si se aprecian claramente, como robos, algunos episodios de corrupción protagonizados últimamente por algunos políticos, ¿por qué no se tiene la misma percepción sobre la piratería a través de la venta ilegal de DVD´s copiados y/o la difusión de su contenido en Internet? De igual modo, carece de sentido que muchos de quienes piden la reducción –tan necesaria– del IVA cultural, en casos como el cine, contribuyan a su vez a prácticas ilegales como la compra de DVD´s en los ‘top manta’, por ejemplo, antes de entrar a ver una película o a la salida”.