Esa es la razón por la que una de las novedades presentadas este año en Baselworld se inspira en un modelo histórico de la firma: un reloj extraplano creado por Cuervo y Sobrinos en los años cincuenta, símbolo de absoluto buen gusto y suma elegancia hoy y siempre.

El nuevo Historiador Flameante resalta su diseño exquisito y armonía formal con una sensibilidad moderna, destacando al mismo tiempo el savoir-faire y los conocimientos técnicos de la Casa. El nombre viene de la elaboración especial de la esfera, una decoración única y exclusiva con un efecto “flameante”.

El movimiento mecánico extraplano, de carga manual, con pequeños segundos a las 6, que mide tan solo 2,5 mm de grosor, está alojado en una refinada caja de oro rosa de proporciones perfectas (40 mm de diámetro x 6,2 mm de altura).

A través del fondo de cristal zafiro se pueden admirar los esmerados acabados: la platina decorada con “Côtes de Genève”, el puente de rodaje con tratamiento de antracita, los tornillos con acabado “azuré”. La inscripción “Testimony of style since 1882”, grabada alrededor del movimiento, destaca la categoría impecable que desde siempre distingue al estilo Cuervo y Sobrinos.

Completa el look una preciosa correa de caimán de Louisiana.

Con su rigurosa refinación técnica y estética, el Historiador Flameante está destinado a entusiasmar a los aficionados más incondicionales a de la Bella relojería mecánica.

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