La leche más parecida a la humana es la de las hembras de los caballos. Esta bebida se comercializa liofilizada, es decir deshidratada, para conservar sus propiedades nutricionales y organolépticas. Según la agencia EFE, en regiones de América Central y Sudamérica se consume de forma tradicional. Sus propiedades fortalecen y ayudan a mejorar la salud ósea, cardiovascular y digestiva.