La representación tuvo una duración de 80 minutos y se realizó a beneficio de la asociación onubense Ansares, de padres y amigos de personas autistas. Para esta gala, se escenificaron los números “Caballos de Campo”, “Como se anda en el Campo”, “Paso de Tres”, “Trabajos en la Mano”, “Dominó a Caballo”, “Fantasía a Caballo”, y “Son y Ritmo”.
El espectáculo es un ballet ecuestre, con música netamente andaluza y española, y vestuario de gala a la usanza del siglo XVIII, sobre una coreografía extraída de los reprises de Doma Vaquera y Clásica y de otros trabajos de la equitación tradicional. La expedición que se desplazó a Puebla de Guzmán la integraron un autobús, un vehículo auxiliar para la impedimenta y utillaje, así como un dispositivo de dos camiones que transportaron a un total de 24 caballos. El equipo humano de la Real Escuela estuvo conformado por 26 personas, entre jinetes, personal técnico y equipo directivo.
También en agosto, la institución viajó hasta Gijón para representar el afamado espectáculo ecuestre, que tuvo lugar en la plaza de toros de la ciudad asturiana.