Una de las enfermedades más frecuentes en la piel del caballo es la que popularmente se conoce como “tiña”, que tiene su origen en un grupo de hongos conocidos como “dermatofitos”, los cuales tienen predilección por los tejidos que tienen queratina (piel y pelo).
Estos hongos producen una reacción inflamatoria que produce las lesiones observadas en los caballos afectados.
Uno de los principales problemas de los hongos es que los signos que producen no son exclusivos de ellos, ya que pueden estar ocasionados por lesiones mecánicas de la piel (heridas abrasivas), respuestas alérgicas o problemas hormonales.
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