Más conocida como la Mijas Cup, la sexta edición de la carrera más dotada de España la ha ganado el cuatro años tordo, ‘Mushajer’, un caballo portador de un origen de auténtico lujo que fue comprado el año pasado por su entrenador Les Eyre con el declarado objetivo de imponerse en esta carrera en concreto. Los dueños de la cuadra Eyres & Graces, sindicato de propietarios liderado por el británico Paul Teasdale, se repartirán la jugosa recompensa.
La carrera se presentaba como una de las más espectaculares a disputarse en todo el año con el cupo máximo de 20 participantes completo, pero las constantes lluvias caídas sobre Andalucía los días anteriores dejaron la pista de arena del malagueño hipódromo de Mijas absolutamente impracticable y una decisión quizá razonable habría sido posponer la jornada. Probablemente hubiera sido una medida complicadísima de encajar en el organigrama de las apuestas nacionales Quíntuple Plus y Lototurf pero habría sido una forma de preservar la importancia de una prueba como la Mijas Cup que aspira a tener un protagonismo dentro del programa nacional. Una vez descartada la medida, el ganador de la edición 2006 de la Mijas Cup sufrirá siempre la duda de no haber sido el mejor sino el más barrero. No quiere decir esto que sólo se puedan disputar las carreras una vez comprobado que el terreno esté en óptimas condiciones pero la pasta en la que se convirtió la arena mijeña probablemente sólo de forma muy generosa se puede llamar una pista de carreras.
El tiempo marcado por el ganador, 2´45´´36, fue unos 20 segundos más largo que los récords que se han registrado en esta distancia en recintos europeos, de lo cual hay que culpar por completo a la pista. ‘Mushajer’ puso un buen ritmo desde la salida, alargando el pelotón, y mediada la recta tuvo que mantener su posición dirigente por los remates serios de ‘King Dyhim’ y ‘Croix Rouge’, segundo y tercero en la meta con distancias oficiales de cuerpo y medio y cuerpo y medio. Cuarto, a sólo una cabeza, el argentino ‘Murmullo Wells’ sobre el que Machado se había subido nada más aterrizado el avión reserva que le trajo desde Madrid. El vuelo inicial había sido cancelado por la nieve acumulada en Barajas.
Del ganador, ‘Mushajer’, siempre se ha sospechado que tenía clase en sus patas. Se le trajo con conocimiento de grandeza y se le hizo competir en el otoño madrileño hasta tres veces contra ‘Young Tiger’, sobre tres distancias radicalmente diferentes, con el resultado de un sexto puesto, un quinto y un noveno. Llegada la temporada de Mijas se impuso en la primera salida sacándole siete cuerpos al súper en forma ‘Vengerov’, y ya con terreno pesado. Según estas credenciales tenía serias opciones al triunfo, pero la carrera se presentaba muy abierta con un ramillete de seis favoritos –él uno de ellos- y entre este grupo destacaban dos elementos que naufragaron totalmente en el fango. De Francia había venido expresamente para la carrera –su primera prueba en España, quizá la última- otro castrado de cuatro años –al igual que el vencedor- portador de la misma chaquetilla que ‘Young Tiger’ y estabulado en el sudoeste francés, en Pau, con el entrenador español Luis Alberto Urbano. Se trata de ‘Belcantista’, que venía de ganar dos carreras en arena sobre la misma distancia en Francia en el mes anterior, lo que le otorgaba ese título de favorito tan repartido. Con la misma opción salía ‘Etel Parade’, una de las dos únicas yeguas presentes en la salida y la única de cuatro años. Soy de los que piensan que si la carrera se volviera a correr hoy sobre una pista de arena en condiciones decentes la gemela probable podría ser ‘Belcantista’-‘Etel Parade’, y lo digo en este orden por la cantidad de metros que consiguió remontar el francés tras una salida penosa. Pero la yegua de Madroños tiene clase a montones y también merecería volver a verla con los mismos rivales pero algunas toneladas menos de agua en el recorrido. Aún así ni sus mismos responsables saben si prefiere la arena o la hierba y en todas las pruebas de distancias medias de la temporada madrileña primaveral o de la veraniega en San Sebastián va a ser una rival durísima de batir.