La función de los colmillos es la de defensa al clavarse cuando un caballo muerde a otro, permitiendo así que pueda desgarrar al animal que ataca, por eso lo tendrán los machos que son los que defienden a la manada en la vida salvaje. A diferencia de los incisivos y muelas, no tendrá una erupción continua, erupcionarán hasta su tamaño definitivo y no se modificará. En el caso de los colmillos, la raíz será mucho más grande que la parte que vemos (corona clínica), y estará incurvada caudalmente (hacia atrás).
Marcado en azul la forma de las raíces de los colmillos
Los colmillos erupcionarán entre los 4 y los 6 años en machos, siendo más variable en los casos de las yeguas a las que le salgan. Las yeguas que presentan colmillos no tienen problemas para criar (algo que me preguntan frecuentemente), pero sí es cierto que suelen ser “brutas” y se les llama comúnmente “machorras”.
¿Qué nos podemos encontrar en los colmillos?
Fracturas: que pueden ser pequeñas o afectar a todo el colmillo. Es lo más frecuente en machos, raro es el macho que al revisarlo no tiene alguna pequeña fractura en los colmillos que dan lugar a que los bordes estén cortantes.
Pequeñas fracturas señaladas en los colmillos maxilares
Estos bordes pueden cortar la lengua, dando lugar a heridas:
Colmillos cortantes que han provocado heridas en la lengua que daban lugar a que le saliera sangre por la boca
Cuando nos encontramos los colmillos cortantes habrá que limarlos para que el borde no corte, pero siempre con cuidado ya que en el interior del colmillo estará el canal pulpar, y en caso de limarlos demasiado podemos dejarlos expuestos. Si la fractura es al nivel del canal pulpar, si lo vemos en las primeras 72 horas lo podremos tratar y evitar que se infecte, pero si lo vemos más tarde en la mayor parte de los casos será necesario extraerlos ya que se infectarán. Aunque siempre será mejor tratarlos evitando su extracción ya que podrán sacar la lengua por el lado que extraigamos el colmillo, algo a evitar especialmente en caballos de doma.
Localización o dirección de erupción desplazada: por origen genético o por traumatismos que han desplazado el colmillo. Habrá que revisar siempre los colmillos y en caso de que estén contactando con otros dientes provocando que la lengua se lesione, o la lesione por la dirección habrá que reducirlos con cuidado.
Sarro: los colmillos mandibulares son los dientes que lo acumulan con mayor frecuencia y en mayor cantidad, provocando que se lesione la encía, por lo cual deberán limpiarse cuando acumulen sarro para evitar que se lesione la encía pudiendo originar enfermedad periodontal que podrá llegar a dar lugar a una infección en el colmillo.
Falta de uno o más colmillos: con un origen genético o traumático.
Colmillos supernumerarios: como consecuencia de un origen genético, siendo necesarias radiografías para ver su estado.
Colmillos supernumerarios maxilares a ambos lados
Colmillos ciegos: lo normal es que al erupcionar no le molestan al caballo (sea macho o hembra) pero hay veces que al atravesar la mucosa le molestan y es necesario abrir la encía para que no le duela. También, en ocasiones por alteración genética no llegan a erupcionar y quedan ciegos. Cuando están atravesando la mucosa los colmillos maxilares el paladar se inflamará de forma fisiológica, siendo un proceso pasajero, aunque hay potros que pueden estar molestos al comer o montados por ello.
Infecciones: frecuentemente como consecuencia de traumatismos que dejan el canal pulpar expuesto dando lugar a una infección.
EOTRH: la podemos encontrar en los colmillos afectando igual que los incisivos, pero con menor frecuencia.
Tumores: el cementoma es el más frecuente en colmillos, pero su frecuencia es bajísima.
Texto y Fotos: Carla Manso, Dipl. EVDC (Equine) – Especialista Europea en odontología equina – Presidenta Electa EVDS Veterinarios especialistas en odontología equina – www.vetodontoequina.com