Inauguramos una nueva serie para presentar, mes a mes, a los perfiles profesionales de los más prestigiosos entrenadores y jinetes internacionales de nuestra disciplina de la doma clásica. Comenzamos este mes con la alemana Mónica Teodorescu; con motivo de su reciente estancia en nuestro país, impartiendo un clinic en las instalaciones de la hípica madrileña Glen Horse. Tuvimos la oportunidad de hablar con ella sobre su vida, su interminable palmarés, sus métodos de entrenamiento y sus caballos más importantes.
Todo empezó…
No se puede hablar profesionalmente de Mónica sin mencionar a su padre, uno de los más prestigiosos y reconocidos entrenadores a nivel internacional, un auténtico ‘horseman’, George Teodorescu, que con 31 años llega a Alemania procedente de Hungría para instalarse en la Yeguada ‘Lindehof’, donde iba a crear un centro de doma clásica y preparar a la famosa ‘Cuadrilla de doma’, el equipo alemán de doma clásica en los Juegos Olímpicos de 1972 en Munich. Su madre también ha sido activamente amazona de doma clásica. Así que Mónica, nacida en marzo de 1963, tenía el amor a los caballos y a la equitación desde la cuna. Nos cuenta la anécdota que ya con un año montó, junto con su padre, sus primeros cambios al tranco.
Entrenando desde muy pronto con sus padres, a los doce años le llega su primer caballo de competición. ‘Colorado’ tenía solamente tres años cuando ella comenzó a montarlo. Empezó presentándolo en pruebas de funcionalidad morfológica, pasando más adelante por pruebas de nivel I, II, y así hasta el VI. Un poco más adelante gana el Derby de Doma Clásica y el Campeonato de Europa de Menores con ‘Colorado’. A los 19 años sale por primera vez a la célebre pista del CHIO en Aachen.
Los primeros éxitos
A ‘Colorado’ le sigue ‘Lexikon’, con el que repite triunfos en el Derby de Doma Clásica y en el Campeonato de Menores de Europa. Una serie de primeros puestos en pruebas de nivel Gran Premio le llevan a clasificarse para su primera Copa del Mundo en Hertogenbosch en 1988. Con 25 años, Mónica queda 7ª en esta gran competición.
El salto con ‘Ganemides’
‘Ganemides’, el westfaliano hijo de ‘Grünhorn III’, nos suena más a los que vivimos la doma clásica desde hace años. Con él forma parte por primera vez del equipo nacional de adultos, junto con celebridades como Rainer Klimke, Ann-Kathrin Linsenhoff y Nicole Upphoff, y gana su primera Olimpiada. El binomio consigue el oro por equipos en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, así como un 6º individual. Ahí comienza una serie de triunfos con ‘Ganemides’ y ‘Grunnox’.
Con ‘Ganemides’ gana en 1989 otra vez el oro por equipos y un cuarto individual en el Campeonato de Europa de Mondorf en Luxemburgo. En 1990 llueven dos medallas en los Juegos Mundiales de Estocolmo, oro por equipos y bronce individual. Binomio ganador de dos Copas del Mundo seguidas, la de 1993 en Hertogenbosch y la de 1994 en Goteborg, y un bronce en la Copa del Mundo de 1995 en Los Ángeles.
‘Grunnox’
El segundo caballo de élite en el currículum de Mónica Teodorescu es ‘Grunox’. El hannoveriano hermano de padre de ‘Gracioso’, el primer caballo importante de Nadine Capellmann. En 1992 alcanza dos grandes triunfos, la Copa del Mundo en Goteborg 1992 y oro por equipos en Barcelona 1992. En el Campeonato de Europa, se lleva el oro por equipos y la plata individual. En Atlanta, oro por equipos y cuarto individual.
Texto y fotos: Katharina BRAREN
SUMARIOS
Sumario 1:
No se puede hablar profesionalmente de Mónica sin mencionar a su padre, uno de los más prestigiosos y reconocidos entrenadores a nivel internacional, un auténtico ‘horseman’, George Teodorescu
Sumario 2:
A los doce años le llega su primer caballo de competición. ‘Colorado’ tenía solamente tres años cuando ella comenzó a montarlo. Empezó en pruebas de funcionalidad morfológica, pasando más adelante por pruebas de nivel I, II, y así hasta el VI
Habla la protagonista
Montar a caballo es una afición maravillosa… Aún no he podido encontrar un mejor pasatiempo que los caballos. De vez en cuando juego al golf, los caballos no pueden ser todo en la vida.
Un accidente trágico
Poco después, Mónica empieza a entrenar a la yegua de origen trakehner ‘Renaissance’ y la lleva por un sinfín de competiciones hasta clasificarse para la Final de la Copa del Mundo. Un accidente trágico finaliza la vida deportiva de este binomio sin llegar a participar en esta final. ‘Renaissance’ se salva, pero queda retirada definitivamente para la cría desde 2002. Hoy tiene ya tres buenos potros de esta yegua extraordinaria con los que espera desquitarse algún día.
Sus caballos actuales
Actualmente, la amazona alemana tiene un nuevo caballo con mucha proyección, ‘Wispher’, propiedad de Ann-Kathrin Linsenhof. Su triunfó más importante de momento ha sido en el 2005, cuando el binomio gana en diciembre el ‘Nürnberger Burgpokal’. Aparte de ‘Wispher’ tiene algún caballo más joven en su cuadra, una hija de ‘Sandro Hit’ de 1999 y ‘Carisma’, un hijo de ‘Claudio´s Sun’ del 2001, de los que probablemente también oiremos.
Mónica, hoy
Mónica está dedicada por completo a los caballos y a la doma clásica. La competición y los clinics ocupan muchos de sus fines de semana por el mundo. Su actividad de entrenadora en Francia, Alemania y España termina por llenar por completo su agenda. Es miembro del ‘Dressage Riders Club’, fundado bajo la presidencia de Margitt Otto-Crepin siguiendo el ejemplo del Internacional Jumbing Riders Club. Es un club dedicado a defender los intereses de los jinetes de doma clásica y a procurar que la disciplina de doma clásica sigua viva como deporte y no se convierta en una actuación de circo, como actualmente les preocupa acerca de las discusiones sobre las Kür.