El mundo ecuestre está de luto; ha muerto un enamorado de los caballos, un jinete de una sensibilidad extraordinaria muy difícil de superar, número uno en el Curso de Especialización Ecuestre y jinete internacional de una perfección técnica insuperable.
Diseñador de recorridos de Concurso Completo de Equitación, nada menos que en los JJOO de Barcelona 92 y en un sinfín de Campeonatos de España, concursos internacionales y nacionales, yeguadas… Su extraordinario carácter, su humanidad, su conocimiento, simpatía, sencillez y camaradería, le hizo forjar la amistad de miles de personas, tanto del mundo ecuestre como de cualquier otra actividad social, así como de la realeza. Sus obras quedan en nuestro recuerdo, pero sobre todo su amistad y compañerismo. Deja dos hijos (Alfonso y Fernando), viuda (Paloma Sánchez-Fabrés y Mirat) y a todos nosotros tremendamente desconsolados. Descansa en paz, en Llen, Salamanca, querido hermano.
Texto: Enrique Martínez de Vallejo y Manglano