Enable no mereció perder, quizá menos a manos de un caballo ya batido por ella en julio de este año y que no ha estado durante 2019 en el debate de los mejores caballos del año. Pero tampoco ha estado en ninguna de sus carreras lejos de la llegada, siempre contra los mejores del continente, y se impuso en primavera en todo un Prix Ganay (Gr.1) en esta misma pista. En el Arco 2018 tuvo un mal recorrido pese a lo que firmó un cercano cuarto puesto y en las cercanías de este Arco 2019 era rumor creciente según se iba anunciando cada vez que el terreno podía estar pesado. Terminó estando oficialmente ‘muy pesado’ y probablemente eso ayudó a que Waldgeist ejecutara su mejor carrera.
En las horas posteriores a la carrera, una mayoría de jockeys citaron el terreno como un elemento que perjudicó a sus monturas, y no suelen ser estos análisis excusas de compromiso. Tampoco sonaron a excusas las palabras del propio John Gosden, entrenador de Enable, que citaba la influencia “barrera” en la genealogía de Waldgeist. También citaba la aptitud para el fondo de dicho caballo, un elemento a tener muy en cuenta: si se suma el terreno pesado y el alto ritmo impuesto casi desde el principio por el Godolphin Ghaiyyath, llegar a los últimos metros de la carrera sobrados de estamina era fundamental, algo que quizá solo cumplió el ganador, con mucho fondo aportado tanto por la vía materna como la paterna.
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Dejando aparte al puntero Ghaiyyath, que dirigió las operaciones hasta el comienzo de la recta final para, desde ese momento, desaparecer de la escena hasta el décimo puesto, el resto de favoritos conformaron los cinco primeros puestos, dando lo que es realmente excepcional en esta carrera, la ausencia de sorpresas en la Quinté. Ni japoneses ni checos pudieron festejar una actuación memorable de sus representantes. Eso aporta valor medio a la prueba, cuyos dos primeros clasificados cumplieron con su condición de ocupantes de los primeros puestos de mejores caballos según las clasificaciones internacionales. Japan y Magical, cuarto y quinta, firmaron una clasificación honrosa, mientras que el ganador del Derby francés Sottsass con su tercer puesto premió con la apuesta de colocado a su enorme armada de supporters, que en grandísimo número le consideraban el principal peligro para Enable. Quedó a menos de dos cuerpos por detrás de ella y tras haber tenido una ligera campaña a tres años se le espera el año siguiente con el cielo como único límite.
Carlos Laffón, Darío Hinojosa y Fernando Bermúdez siguen haciendo española La Ópera
Un muy competitivo Prix de L’Opéra fue el premio que merecía el entrenador sevillano Carlos Laffón, tras una temporada en la que de sus establos no han dejado de salir caballos de valor. Una de ellas, Villa Marina, se alió con el jockey Olivier Peslier y vencieron a una pléyade de yeguas fondistas de las mejores de su género. Y segunda, a menos de un cuello, se fotografió Fleeting, la yegua criada por Fernando Bermúdez con la yegua madre nacida en España, Azafata. Además, la victoria de Villa Marina, portadora de la chaquetilla que tanto hemos visto correr en España a nombre de la Yeguada San Isidro, servía para aplaudir la labor del propietario-criador Darío y Patricia Hinojosa, la familia asociada a la propiedad de Cortefiel, que tantas veces han escoltado con grandes caballos a las principales cuadras europeas y otras les han superado con excelencias como Recoletos o Chinchón.
La Abadía no decepciona a los amantes de las sorpresas
Un buen sprinter inglés o irlandés que esté algo por debajo del grupo de cuatro o cinco mejores de su país y que tenga el día brillante de su historial: eso se busca cuando se intenta adivinar el ganador del Prix de L’Abbaye, los 1.000 metros más fulminantes del fin de semana del Arco. El perfil se volvió a cumplir cuando la potranca de tres años Glass Slippers, entrenada en el norte de Inglaterra por el ultra especialista Kevin Ryan, dominaba de principio a fin, y por nada menos que tres cuerpos en la meta, la llegada de este monumento de prueba hípica, tan desdeñosa con los favoritos: Mejor sprinter de Europa acreditado, Battaash no pudo pasar de los últimos puestos, y probablemente recordará que cuando esta prueba se disputó en el hipódromo de Chantilly hace dos años, ganó sin despeinarse en un auténtico paseo.
Irlanda y Francia se reparten las dos carreras juveniles con dos cracks en potencia
Albigna y Victor Ludorum llegaron ambos con algo por demostrar a las dos carreras para dos años y salieron con la tarea más que cumplida. La potranca –una más de las muchísimas bazas juveniles de este año prodigioso para la entrenadora Jessica Harrington- borró de la mente de la afición su reciente mal día en el Moyglare Stud Stakes. La japonesa entrenada en Francia por Fabre Savarin desapareció al llegar la recta y la que le dio batalla a la ganadora fue la representante del español Mauri Délcher Marieta, que firmó un brillantísimo segundo lugar.
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En la prueba para machos de dos años, Victor Ludorum quería ser el tercer caballo de la escudería Godolphin hijo de Shamardal en unirse a la lista de jóvenes ganadores de Grupo 1 y vaya si lo resolvió. Sin ensayos anteriores en carrera de nivel alguna, su favoritismo 2.8 a 1 fue resuelto con solvencia por Michael Barzalona, dejando segundo al alemán Alson y tercero al O’Brien Armory.
Foto de portada: Ya cerca del poste, Waldgeist supera a Enable.
Texto: Jorge de Miguel / Fotos: Jesús de Miguel – Expertos en Turf