Costes, papeleo, aduana, transporte… Todo lo que necesitamos saber
Es bien sabido que Reino Unido es el origen del caballo de carreras y tiene dentro de sus fronteras las competiciones y centros de entrenamiento más importantes. Tras el Brexit, se suponía que debido al grandísimo volumen de equinos que mueve el país anualmente con otros de la UE, las entradas y salidas de estos animales iban a ser sencillas para evitar un posible “bloqueo” pero no, más bien lo contrario, las limitaciones son muchas y muy diversas
Pregunta del lector: ¿Cuáles son las limitaciones del Brexit para transportar un caballo a Reino Unido?
El 1 de enero de 2021 se estableció una frontera física entre el Reino Unido y la Unión Europea, es por ello que, desde ese momento, todos aquellos movimientos de équidos con el país británico requieren de trámites aduaneros. Además de no hacerse distinción y afectar a todos los equinos en su sentido amplio, tampoco existen excepciones en cuanto a tipos de movimiento, ya que para movimientos temporales de animales que van por unas horas a un concurso, también se requieren trámites aduaneros.
Otra de las limitaciones está en la disminución de oferta de transportistas que trasladen caballos a Reino Unido ya que no todos tienen los permisos necesarios para enviar un equino al país británico sino más bien lo contrario, son muy pocos los que los tienen debido a las amplias exigencias del país.
La limitación también afecta a la duración del viaje ya que, debido al grandísimo volumen de trámites y gestiones para dar entrada a un caballo, las horas de viaje se alargan.
En cuanto a consecuencias económicas ¿qué costes tendría trasladar a un caballo a Reino Unido? Aunque la operación en sí, está exenta de IVA, Reino Unido grava en la frontera la entrada del animal con el IVA de importación. Este IVA de importación será del 20% del valor del equino y del 20% del valor del transporte. Pagos que deben hacerse en la frontera y que también ralentizan la entrada. Pongamos un ejemplo con números: para un caballo que tiene una valoración de venta de 10.000 euros y cuyo transporte cuesta en torno a 2.000 euros. Debe abonarse en concepto de IVA de importación, el 20% de la valoración del caballo (10.000 €), es decir, 2.000 euros y el 20% del valor del transporte (2.000 €), es decir, 400 euros. Por lo tanto, exclusivamente en concepto de IVA de importación hay que abonar en la frontera 2.400 euros que, para un equino con una valoración de 10.000 euros, el comprador tiene un incremento en el precio de casi un 25% del valor total del animal.
Ese incremento en el precio ocasionado por el IVA de importación, no debería alarmarnos en exceso porque las operaciones de compraventa que se efectúan en España también sufren un incremento del precio del 21 % por el IVA que grava la compraventa de bienes (con matices). Lo que llama la atención es la comparativa con respecto a cómo era esto previo al Brexit (no había IVA de importación) y como lo es ahora.
Cada uno que saque sus conclusiones, pero quizás, Reino Unido, tras el Brexit, en lo que respecta al sector hípico, tiene ahora un nuevo hándicap que antes no tenía, pudiendo verse afectado no solo el volumen de sus importaciones sino también el de sus exportaciones dado que, los compradores pueden ver ahora más atractivas, desde el punto de vista económico y de gestión, otras alternativas en países terceros pertenecientes a la UE.
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