Características del caballo de campo

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Caballos
  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios
  • Tiempo de lectura:2 minutos de lectura

Cualidades Físicas:

– No ha de ser muy grande, ni en altura ni en largura.

– Ha de ser armónico: su alzada debe estar perfectamente relacionada con su largo.

– Su centro de gravedad debe estar situado a la altura de los riñones para trabajar más con los posteriores y no con los anteriores, que quedarán casi al aire.

– Una buena grupa muy redondeada y corta, cuyo soporte serán dos buenas piernas cortas, y si estas están inclinadas hacia adentro mejor que mejor.

– Nalgas redondas, anchas y apartadas que aploman la caída de las patas.

– Pechos anchos.

– Espaldas amplias.

– El cuello, si tiene que pecar de algo, que sea de corto, mas nunca de largo.

– Manos rectas de fuertes rodillas.

– Tendones elásticos, así como las cuartillas

– Buen lomo, ligeramente curvado.

– Unos riñones muy fuertes.

– Cara pequeña de ancha frente.

– Orejas cortas.

– Ojos grandes.

– Hocico fino.

Contrario al resto de disciplinas hípicas enfocadas más al deporte de competición que a una profesión en activo, aquí no tiene importancia alguna la amplitud de movimientos ni la extensión de los mismo. No se trata de que el caballo gane terreno en los menos trancos posibles, sino que desenvuelva su galope alrededor de un metro cuadrado y que sea capaz de resolverse en un palmo de terreno.

El caballo vaquero desarrolla un trabajo la mayoría de las veces violento, en terrenos duros y desiguales, por ello, la conformación de un esqueleto bien armado, armónico y un trato adecuado evitarán lesiones que puedan causar males mayores.

Cualidades Morales:

– Un gran corazón.

– Deseos de ir hacia adelante.

– Ligereza en todos sus movimientos.

– Rapidez en sus aires, que no nerviosismo.

– Prontitud.

– Buenos reflejos.

– Sensibilidad.

Hoy en día es difícil encontrar este tipo de équidos que antes abundaba a lo largo del campo de labranza de la geografía, sobre todo, andaluza. Cruces con otras razas, intereses económicos, enfoques más deportivos han hecho que desaparezcan o casi desaparezcan de nuestra cabaña equina las bonitas y buenas jacas.

Fuente: Revista Trofeo A la Vaquera

Deja una respuesta