Ganadores y ausentes
Las yeguas le tienen cogida la medida al Arco del Triunfo: Bluestocking y Aventure, primera y segunda en la preparatoria Prix Vermeille, repitieron la gemela, y en el mismo orden, en el Arco del Triunfo, la carrera mejor dotada de Europa. Y ya son 9 victorias en los últimos 14 años, mientras que en los 27 años anteriores las féminas se impusieron en sólo dos ediciones (y firmadas por dos auténticas leyendas, Zarkava y Urban Sea). Tras casi descartarlas para la victoria en la época del cambio de siglo hemos pasado de tomar siempre en serio sus opciones. El récord de la prueba lo ostenta una yegua (Found en una de las ediciones disputadas en Chantilly) y el mejor tiempo de todas las ediciones disputadas en Longchamp también, la alemana Danedream
El entrenador inglés Ralph Beckett se quedó a menos de dos cuerpos de vencer hace 12 meses en esta gran carrera cuando Westover fue segundo del ganador Ace Impact. Esta vez, su pensionista Bluestocking no encontró ningún rival de tanta entidad y demostró ser la mejor sobre la mojada hierba de Longchamp. El recorrido que le hizo su jockey Rossa Ryan fue impecable en una largada en la que se demostró clave viajar en la zona delantera del pelotón. Ella y Los Angeles, el irlandés al que montaba un Ryan Moore que está conduciendo últimamente a muchos de sus caballos en primera posición, encabezaron el grupo desde el principio hasta la recta final. También llegaban en vanguardia ese momento definitivo los dos representantes de los hermanos Wetheimer, Sosie como gran favorito y un poco más atrás su compañera Aventure.
Todos ellos ocuparon los cuatro primeros puestos, no viniendo del fondo del pelotón ningún caballo a inquietarles, en parte porque varios de ellos se vieron perjudicados por los empujones que les infligió Haya Zark: el caballo de Odette Fau sintió en plena carrera problemas cardiacos y molestó a varios caballos hasta que William Buick le paró [posteriormente sería sacrificado]. La yegua de Abdullah Bluestocking se mostró muy firme en los últimos hectómetros, aguantando la ventaja que había adquirido quizá demasiado pronto pero que fue suficiente para no permitir que Aventure le complicara la victoria: junto a Los Angeles tercero y Sosie cuarto los tres perseguidores de la ganadora fueron tres años. La chaquetilla de Khalid Abdullah se convertía así en la que más victorias, siete, ha conseguido en las 103 ediciones de esta carrera, pasando en una a Marcel Boussac, conseguidas éstas en los años 30 y 40 del siglo XX. Aunque eso sí, éste venció las seis veces en vida, mientras que el Príncipe Abdullah falleció en 2021 y es su chaquetilla y no él el que alcanza dicho récord de siete victorias.
Los ingleses e irlandeses arrasan en el fin de semana del Arco
Tratado como un oficioso campeonato de Europa otoñal de las carreras de caballos, el mitin del Arco vio una rotunda victoria general de los purasangres venidos desde el otro lado del Canal de la Mancha, que además de llevarse el trofeo de la prueba reina se impusieron en seis de los ocho Grupos 1 y ocho de los 11 Grupos disputados en las dos jornadas de carreras. Entre Irlanda e Inglaterra hubo empate: tres Grupos 1 para un total de cuatro Grupos cada país. Y Francia se tuvo que contentar con tres Grupos y sólo dos Grupos 1, ambos realizados por dos de los entrenadores más pujantes del momento en nuestro país vecino: Francis Graffard ganó el Marcel Boussac con la sorprendente Vertical Blue y Christopher Head se impuso con Ramatuelle –propiedad del ex jugador de baloncesto Tony Parker- en el Prix de la Forêt. Dos yeguas salvaron, escasamente, el orgullo del país organizador.
Los triunfos irlandeses vinieron todos ellos de la mano del mago de la profesión de entrenar caballos en el Viejo Continente, Aidan O’Brien, que se adjudicó tiránicamente los dos Grupos 1 disputados el sábado y el primero del domingo, uno de ellos con el enorme fondista Kyprios, que se ha convertido con ocho victorias en carreras del máximo nivel en el caballo que más de estos trofeos ha hecho conseguir a su entrenador.
Otro de sus ganadores fue el dos años Camille Pissarro, firmante de un extraordinario remate conducido por Christophe Soumillon, también el piloto que condujo a la ganadora de su tercer Grupo 1, Grateful. El padre de Camille Pissarro, el cada vez más influyente Wootton Basset, ganó esta misma carrera en 2010.
Ausentes de renombre, y un futuro con los castrados
Auguste Rodin era uno de los caballos a los que abríamos querido ver en esta edición del Arco para que la carrera tuviera aún más nivel. Entendemos el enfoque dado por su cuadra a que el caballo se iba a encontrar con un terreno más blando de lo que él prefiere, aunque estando las previsiones del tiempo anunciando una posible falta de lluvia en Longchamp desde el martes previo hasta la disputa de la carrera no parecía que fuera a ser el caso; al final, el clima les dio la razón y el terreno pesado hubiera perjudicado mucho la actuación del hijo del japonés Deep Impact; precisamente al país de su padre va a dirigirse para terminar su carrera disputando la Japan Cup en noviembre. Otro de los caballos que habrían realzado el valor del Arco del Triunfo es Economics, creemos que uno de los tres o cuatro mejores caballos de nuestro continente, que se impuso con enorme bravura en el Irish Champion y se dirige como gran favorito a la edición inglesa del Champion en pocas semanas en Ascot.
Y hay otros tres caballos que también se habrían ganado su sitio en esta cima culminante de las carreras francesas, como Iresine, Calandagan y Goliath, que no han podido afrontarlo por no estar esta carrera abierta a los caballos castrados. Una política seguramente desfasada que France Galop ya ha anunciado que va a revisar en 2025.
Foto de inicio: Bluestocking, Aventure y, tapado, Los Angeles en los últimos metros del 103º Arco del Triunfo.
Texto y Fotos: Jesús de Miguel | jesdemiguel@europe.com
