Conoce las enfermedades en los cascos del caballo

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Y es que para un animal de semejante envergadura, que realiza en muchas ocasiones movimientos y gestos tan impulsivos, mantener sus patas en perfecto estado es crucial, algo que engloba también a los cascos. Estos son los encargados, en gran medida, de que la pisada de un caballo se realice correctamente, además, contactan directamente con la superficie y el terreno.

Aunque parezca que no, son muchas las enfermedades e infecciones que atacan y afectan directamente a los cascos. Conocer sus síntomas y aprender a combatirlos es clave para poder garantizar el bienestar a nuestro caballo.

Candidiasis

La Candidiasis puede que sea una de las enfermedades que más se presenta en los cascos de un caballo. Es causada por una bacteria que crece y prolifera cuando las condiciones de humedad son verdaderamente favorables.

Esta bacteria comienza a destruir y a descomponer los tejidos que conforman el casco, llegando incluso a pudrirlo cuando se encuentra en un proceso muy avanzado. Es fácil de identificar ya que produce un olor muy fuerte y característico.

Su eliminación es relativamente fácil, ya que en el mercado encontramos a nuestra disposición una amplia amalgama de productos con los que conseguir erradicarla por completo. Para prevenir su aparición basta con limpiezas regulares y una correcta higiene tanto en el cuerpo del animal como en los espacios que este habitat.

Cascos secos y agrietados

Otra circunstancia muy común es que nuestro caballo posea unos cascos muy secos y agrietados, que pueden llegar a tornarse en descamaciones y fisuras.

Esta patología se produce cuando nuestro caballo se mueve y camina constantemente por superficies muy duras como asfalto, cuando realiza grandes cargas de trabajo o también cuando se somete durante un gran periodo de tiempo a la vida en ambientes y climas muy áridos y secos.

Abscesos

Los abscesos son causados por una serie de patógenos que proliferan en los cascos del caballo. Estos patógenos pueden ser de diversos tipos y a la larga causan una grave cojera, hematomas e incluso heridas que penetran en el casco.

Ya que el casco es una zona poco poblada de vasos sanguíneos, los antibióticos suministrados por vía oral carecen prácticamente de efectividad, por lo que hay que aplicar sustancias que actúen directamente sobre el casco o las heridas del mismo, aplicar vendajes y antiinflamatorios.

Quiltor

Quizás sea esta una de las afecciones más raras que pueden verse en los cascos de un caballo. Se ocasiona por una materia de origen desconocido que penetra en la pierna del equino hasta llegar a situarse en la base del casco, lo que implica que pueda darse el caso de que para evitar que se prolongue haya que cortar parte del propio casco. Esto se traduce en serios problemas de movilidad futuros para el animal.

Síndrome Navicular

Como su propio nombre indica, esta enfermedad actúa en el hueso navicular de la pata del caballo, lo que provoca una inflamación en el tejido que rodea al propio hueso.

Sus causas son muchas: herraduras mal colocadas, unos recortes del casco mal realizados, exceso de peso en el animal, etc. Cuando el caballo tiene esta enfermedad, se puede saber fácilmente, puesto que este evita pisar o repartir la pisada en la zona posterior del casco.

A día de hoy, no hay un tratamiento específico para combatir el Síndrome Navicular, por lo que se puede decir que se trata de una enfermedad que si aflora, acompañará al individuo de por vida. Sí es cierto que existen algunas técnicas que ayudan a que los problemas que origina no se conviertan en algo muy severo.

Laminitis

Las láminas que unen el hueso pedal al interior del casco del caballo se debilitan. Es en ese preciso momento cuando la unión de hueso y casco se rompe, provocando que el primero de ellos gire. Lógicamente, este hecho es la antesala de un escenario muy negro para nuestro caballo, que sufrirá de fuertes e intensos dolores, cojeras ostensibles y prolongadas, etc.

Para evitar su aparición se nos presentan algunas pautas a cumplir como: evitar que el caballo corra excesivamente por superficies duras, suministrarle una buena alimentación en la que no se abuse de los cereales y de los azúcares o recortar los cascos debidamente.

Una vez que ya sepamos que el caballo sufre de Laminitis, es necesario saber actuar. En primer lugar, no debemos obligarle a andar y mucho menos a hacer trabajos forzosos, aplicar frío en el casco y algún tipo de sustancia que pueda servir como antinflamatorio, etc.

Con toda esta información esperamos haberles sido de ayuda, y, por supuesto, comentar que siempre que nuestro caballo tenga algún tipo de enfermedad es obligatorio acudir a un veterinario o persona cualificada.

Cómo cuidar los cascos del caballo

Los cascos de un caballo necesitan un mantenimiento regular. Para ello, lo que hay que hacer es limpiarlos con un limpia cascos, eliminando todo resto de suciedad. Además, es muy necesario poner especial énfasis en la limpieza de la ranilla, ya que en esa zona es donde se acumulan las bacterias.

Debemos comprobar que no hay cortes ni grietas ni mal olor. En el caso de que sí lo haya, trataremos la infección con productos específicos.

Por último, echaremos un vistazo a la herradura, la cual debe estar bien fijada.

Texto y Fotos: INFOPOLO

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