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El círculo y la vuelta por Juan Llamas

Galope en círculos de mayor a menor

Sobre el círculo hay que vigilar que el caballo describa efectivamente una circunferencia y no la agrande o disminuya a su gusto. La vuelta tiene la misma importancia para los caballos que están en la última fase de doma como el círculo para los que empiezan.

GALOPE EN CÍRCULOS Y DE MAYOR A MENOR

El círculo. La vuelta. Las incorrecciones. El método.

El círculo

El Coronel Podhajsky, Director de la Escuela Española de Equitación de Viena, lo definía así:

“El círculo es un girar continuo en el cual el caballo debe estar flexionado de forma que su columna vertebral constituya un arco como parte del círculo sobre el que se está moviendo. Según el tamaño del círculo el caballo estará más o menos incurvado. Sobre el círculo hay que vigilar que el caballo describa efectivamente una circunferencia y no la agrande o disminuya a su gusto. El caballo debe mantener el mismo ritmo, sobre todo cuando pase de la línea recta al círculo y al revés, pues es frecuente que disminuya el ritmo al entrar en el círculo y lo acelere al entrar en la línea recta”.

El círculo suele realizarse en cada mitad de la pista, que debe ir reduciéndose paulatinamente hasta convertirse en la vuelta, que es un pequeño círculo de 6 metros de diámetro.

Juan Llamas

La vuelta

La vuelta tiene la misma importancia para los caballos que están en la última fase de doma como el círculo para los que empiezan. Bien ejecutada es una excelente piedra de toque par a la flexibilidad y el equilibrio del caballo.

Una vuelta bien hecha no es fácil. En la Escuela Española de Equitación de Viena se le da tanta importancia que sus alumnos se ven obligados con frecuencia a practicar las vueltas durante semanas porque, a pesar de su experiencia ecuestre, no son capaces de realizarlas con corrección.

Podhajsky observa que los caballos realizan mejor la vuelta del lado que están más rígidos que del lado al que están incurvados por su constitución. En este último caso los caballos exageran su incurvación y flexionan el cuello en exceso y la rienda interior se separa demasiado del cuello.

El círculo al galope ofrece dificultades al caballo falto de elasticidad, y además la fuerza centrífuga tiende en cada tranco a desplazar afuera las caderas. Esta influencia no se hace sentir en el segundo tiempo del galope ni en la fase de suspensión. En el segundo tiempo, el tercio anterior y el tercio posterior resisten la fuerza centrífuga gracias al apoyo simultáneo de un miembro anterior y de otro posterior. En el tiempo en suspensión, porque todo caballo se desplaza.

Juan Llamas

 

Otra cosa ocurre en el primer y tercer tiempo del galope. En el primer tiempo, los dos anteriores están en el aire, y el caballo sólo puede defender su tercio anterior contra el efecto de la fuerza centrífuga con el posterior al apoyo. De igual manera, en el tercer tiempo del galope, los dos posteriores están en el aire, y toda la masa está sostenida por un miembro anterior que debe aguantar la desviación hacia fuera del tercio posterior.

La resistencia a la fuerza centrífuga es más eficaz cuando apoya el posterior externo –primer tiempo del galope- que cuando lo hace el anterior interno –tercer tiempo del galope-. Por esta razón, en un tranco de galope sobre el círculo, el tercio anterior se desvía menos que el posterior.

Yo sé que te aburro, lector, con tanto detalle, pero veo necesario describir qué hace el caballo en cada momento. Esto es, amigo, difícil de comprender para simples aficionados, pero también difícil de explicar. Tanto, que tengo que decirte que empecé este libro hace unos cuantos años, pero la montaña era demasiado alta y el proyecto pudo conmigo. Dejé pasar el tiempo y ahora, en 2006, lleno de arrestos, he vuelto a la carga hasta terminarlo.

Las incorrecciones

Algunas ya las he dicho anteriormente, como la incurvación excesiva, o que el caballo vaya rígido, sin ninguna incurvación. Algún caballo se vuelca en las espaldas. Otros sacan la grupa, consecuencia de que la pierna exterior del jinete está dormida. Se ve también lo contrario, cuando el caballo se atraviesa con el tercio anterior dentro del círculo porque el jinete no presiona con su pierna interior. Otros caballos cierran el círculo como si estuvieran haciendo un ejercicio preparatorio para una pirueta de Doma Clásica. Estos tres últimos casos tienen en común que anteriores o posteriores se salen –hacia adentro o hacia fuera- de la curva ideal de la circunferencia. Hay otro defecto que se observa cuando un caballo, haciendo el círculo, se acerca bastante a la valla que delimita la pista. En ese momento puede intentar seguir la línea recta durante unos metros. No sólo rompe la geometría del círculo, sino que además suele acelerar su ritmo.

A veces la incurvación, sin ser excesiva, es irregular. La cabeza no sigue la incurvación del cuello, gira más hacia adentro. Este defecto se puede ver también en los apoyos al paso. El hocico queda más adentro. Es una cabeza torcida. La primer a vértebra –el atlas- que normalmente sólo sirve para que el caballo estire o encoja la cabeza verticalmente, abriendo o cerrando el ángulo con el cuello, realiza una función anómala colocando la cabeza en dirección oblicua a la línea del cuello. El argot vaquero tiene dos definiciones muy gráficas para este defecto. En Sevilla dicen que el caballo “se pone bizco”, y en Jerez que “se asoma al balcón”.

 

El método

Al paso, se obtienen fácilmente los círculos correctos. Se irán consiguiendo poco a poco, reduciéndolos progresivamente para que el tercio anterior y el posterior conserven la corrección. Luego se empezarán los círculos al galope, que en principio serán muy abiertos, para irlos cerrando a medida que el caballo se confirme en este ejercicio.

Un cambio de mano frecuente permitirá trabajar los dos lados del caballo para conseguir la misma flexibilidad de la columna vertebral en los dos sentidos, evitando rigideces que luego pueden aparecer en ejercicios más difíciles.

Los primeros círculos deben hacerse en las esquinas de la pista, porque resultan más fáciles. El jinete debe mantener su asiento derecho, sin desplazarlo hacia adentro. Si lo hiciera, facilitaría al caballo volcarse al interior, violando una regla sagrada de la equitación: “Las extremidades del caballo deben estar siempre perpendiculares al suelo”.

El caballo debe conservar siempre la calma, con trancos iguales y sin perder la impulsión cuando los círculos se cierran y se convierten en vueltas.

Juan Llamas

 

Texto y fotos: La Doma Vaquera Actual de Juan Llamas editado por Grupo Lettera, S.L.

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Esta entrada tiene un comentario

  1. Java

    ✨Muchas Gracias Juan Llamas y revista Galope por compartir su conocimiento de una manera tan bien ilustrada gráficamente y con gran lujo de detalles y buen grado de profundidad…!!!🤩

    ¡Además de regalarnos su tiempo!!!🎁

    ¡Sus artículos vaqueros son muy interesantes!👏

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