Mis consejos sobre el trote (II)
La cadencia
- En el trote siempre hay que controlar el ritmo. Sin ritmo no hay belleza.
- Cada caballo tiene su propia cadencia, su “música interior”: debes sentir la música de tu caballo y dejar que se exprese.
- Al buscar la cadencia correcta, no se debe confundir la lentitud con la vagancia, ni la velocidad con la impulsión – esto es un grave error.
- Muchos caballos van demasiado rápidos al trote: se ponen tensos, acortan el tranco y pierden la relajación. Avanzan muy poco. Comprueba si no deberías trotar más lento, manteniendo la impulsión: hay que buscar un tranco elástico, rítmico y poderoso.
Impulsión (propulsión hacia delante)
- Hay que buscar un óptimo empuje hacia delante que permita que el caballo se mantenga relajado, conserva la amplitud del tranco y el movimiento hacia delante a través del dorso.
- No hay que confundir la impulsión y la velocidad.
- Al trote ante todo hay que buscar equilibrio y relajación para poder desarrollarla impulsión. De esta forma resulta mucho más eficaz, y menos cansado que apretando las piernas a cada tranco. Si se mantiene la pierna o la espuela constantemente puesta contra el caballo, acabará frenando y se pondrá tenso. Al contrario, hay que aplicar la pierna suavemente con toques rápidos.
- La impulsión del trote (y de todos los demás aires) es el resultado del estado mental del caballo – el deseo de avanzar.
- Hay que saber alternar periodos de descanso, de trote y de paso. Asimismo hay que saber cuándo trotar al caballo en la mano y redondo, o trotar con riendas largas.
- Lo esencial es mantener un buen equilibrio, un ritmo estable, tener al caballo controlado y permitirle estirarse hacia delante y hacia abajo al alargar las riendas.
Transiciones
- Prepara el caballo debidamente para las transiciones paso/trote y trote/galope, por ejemplo, partir al galope en una esquina es más fácil de comprender para el caballo.
- Nunca salgas a galope desde el trote en un círculo si el caballo no está correctamente incurvado y en la mano.
Alargar los trancos
- Al trote medio el caballo debe alargar su perfil.
- Al trote largo hay que permitir que el caballo alargue la línea superior y adelante la nariz; acompañar y empujar con la parte inferior de la espalda y adelantar las manos en dirección a la boca del caballo, hacia delante y hacia abajo.
- Pide que alargue con una ayuda contundente de las piernas – pero siempre asegúrate de aumentar la impulsión antes de pedir un alargamiento.
Trote reunido
- Intenta ganar en elevación lo que pierdes en longitud para reunir al caballo.
- Reúne el caballo progresivamente. Consigue una milésima de reunión cada día y habrás conseguido el trote reunido en cuestión de tres años! Es broma, pero piensa en ello.
Texto y Foto: La Equitación de Arthur Kottas editado por Grupo Lettera, S.L. (en cursiva)