Nuno Oliveira, reflexiones sobre el Arte Ecuestre

Sobre Nuno Oliveira

De robusta complexión y fuerte personalidad, llena de color, su inequívoca figura a caballo y sus suaves manos hacían de él, el más respetado jinete clásico de nuestro tiempo, en viva conexión con los grandes maestros europeos de los siglos XVII al XIX. Por algo era conocido entre los aficionados y profesionales de todo el mundo como “El Maestro”

No a todos les gustaba su estilo, desde luego. Algunos no aceptaron, por ejemplo, que no hiciera la doma moderna de competición. Pocos jinetes serios de este mundo, dentro o fuera de la competición, pondrían en duda sus métodos, estilo y maneras tan clásicas:

“Es una lástima – afirmaba el Dr. Reiner Klimke – que no compitiera con sus alumnos en concursos internacionales, pero es una importante figura de la equitación en este siglo y un gran maestro”.

Nuno Oliveira sobre Euclides, caballo lusitano tordo de 5 años entero, en el Concurso Internacional de Ginebra en 1960.

Este hombre sin parangón tuvo grandes influencias sobre mucha otra gente en nuestro siglo, cuando el mundo de la Doma Clásica está pasando por tantas transformaciones y se ha convertido más en un sentimiento que en una realidad.

Nuno fue alumno del gran Joaquim Gonzales de Miranda, maestro de la familia real portuguesa. La gran inspiración de su vida eran los recuerdos de su maestro, las obras de François Baucher y la música operística. Por encima de todo, era un infatigable trabajador, apasionado por la equitación y por el amor a los caballos.

De joven, trabajo muchísimos caballos, lo que le permitió adquirir gran experiencia, y, a lo largo de su vida, enseñó a incontables alumnos, no solamente portugueses sino también de otras nacionalidades.

La doma del maestro es recordada como muy ligera, y sus caballos, como enormemente sensibles, obedientes y felices. Mérito suyo es haber dado a conocer los caballos portugueses en todo el mundo a través de sus muy apreciadas y aplaudidas exhibiciones.

Durante su vida, domó todo tipo de caballos, siempre buscando los más ligeros y sensibles. En los últimos cinco o seis años se dedicó, preferentemente, sin embargo, a los caballos rusos, destacables por su elegancia y belleza.

También fue Nuno Oliveira excelente escritor, siendo sus obras sobre equitación pequeñas joyas de la literatura ecuestre. En lenguaje sencillo, y con lo mejor de La Gueriniere, Miranda y Baucher, argumentaba que sus métodos son tan antiguos como la historia. En sus escritos se conjuga, de esta manera, lo majestuoso, lo poético y la facilidad expositiva: nada aparece pesado ni difícil, solamente se muestran, con mucho sentido común, pequeños secretos para compartir o apreciar.

¿Quién es, pues, Nuno Oliveira? Implícitamente, él mismo lo dijo en una ocasión: “Es raro ver un jinete que esté realmente apasionado por el caballo y su doma, teniendo un interés profundo por la doma clásica con abnegación y haciendo de este extraordinario y sutil trabajo una de las motivaciones fundamentales de su vida”. Este era Nuno Oliveira