El Salón Internacional del Enganche ha vuelto a intentar dejar boquiabierta a la afición mundial y nacional sin mucho éxito. El caso es que el original concurso acaba de celebrar su segunda edición en el municipio sevillano de Dos Hermanas bajo unos intermitentes e impertinentes aguaceros que obligaron a suspender varias pruebas programadas y, también hay que decirlo, desanimaron a la audiencia a empaparse de conocimientos de enganches.
El resultado fue el siguiente:
- Poco público (poquísimo)
- Poca participación, aunque el trabajo de organización fue impecable
El análisis:
- Unas instalaciones algo inabarcables para un público profano (el faraónico hipódromo de dos Hermanas)
- La escasa tradición y afición a esta disciplina en un país como España, que rueda muy lejos de la que gozan países como Francia o Bélgica
- La ausencia de actividades de ocio que no estén relacionadas con el enganche y que puedan arrastrar a un público más o menos interesado en el caballo
- La propia juventud del concurso.
Por todo lo alto
La organización del concurso, una empresa especializada en la que delegó el Real Club de Enganches de Andalucía, no escatimó en detalles para hacer del evento un deleite para los sentidos. El acto de inauguración corrió a cargo de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, que desplazó hasta las instalaciones sevillanas su espectáculo Cómo bailan los caballos andaluces. Después hubo cóctel de recibimiento de autoridades y cena para acreditados. Al día siguiente, el jueves 25 de septiembre, comenzaron las actividades programadas, tanto deportivas como de tradición, de manera paralela en las vastas instalaciones del hipódromo. Los caballos jóvenes marcaron la jornada deportiva, con apenas siete ejemplares de edades comprendidas entre los cuatro y los siete años. El reglamento FEI de enganches permite correr dentro del apartado de caballos jóvenes a ejemplares de más de seis años, una interpretación algo absurda que además se antoja injusta cuando compite parrilla con ejemplares de cuatro años, que nunca pueden tener el nivel de un animal de siete u ocho años, por ejemplo.
Así las cosas, la prueba para estos iniciados constó de una reprisse de doma celebrada el jueves 25 de septiembre y una segunda y última de manejabilidad que se disputó el viernes 26 de septiembre. En esta categoría, el maratón está descartado dada la inmadurez y la falta de doma de los animales.
Pruebas paralelas
El mismo viernes arrancó en la misma pista central donde se habían juzgado a los caballos jóvenes, la prueba de doma reservada a los caballos participantes del CAI B y del Campeonato de Andalucía de la disciplina. Ambos concursos se disputaron de manera conjunta en una misma prueba y, mientras que la doma se celebró bajo un sol castigador, el maratón y la manejabilidad, celebradas el sábado y domingo 27 y 28 de septiembre, estuvieron protagonizadas por fuertes tormentas que a punto estuvieron de dar al traste con la organización del certamen.
En ambas pruebas, los primeros clasificados han sido los mismos: Mario Pineda González en limoneras, Daniel Gutiérrez Camarillo en troncos y José Barranco Reyes en cuartas. A pesar de que la categoría del concurso completo de enganches era internacional, lo cierto es que la participación fue masivamente nacional, e incluso regional, lo que da una idea del escaso éxito de convocatoria del concurso fuera de nuestras fronteras, a pesar de los buenos premios otorgados. Con todo, hasta Dos Hermanas se desplazaron cocheros de otros países, como Portugal, Bélgica, Holanda, Italia o Francia. Hay que decir que el CAI B se ha celebrado escasos días después de que se disputara el Campeonato del Mundo de cuartas, por lo que ningún cochero de la cita holandesa se dejó ver por Sevilla.