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Tomás Membrado, hacia la presidencia de la Federación Andaluza de Hípica

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Tomás Membrado, el candidato a la FAH

¿Cuándo y con quién empezó su afición por el caballo?

Fue mi padre quien me la inculcó desde niño y me enseñó los primeros rudimentos en el campo, en la explotación familiar.

Posteriormente, y siendo ya estudiante universitario en Granada, un buen jinete militar, el comandante Benítez me inculcó el veneno del Salto y, pasados casi 50 años, no me ha abandonado. En 1976 y a raíz de la obtención del título de monitor de equitación, en el primer curso que hubo en España para dicha titulación, celebrado en el CHAS de Gijón, bajo la dirección del coronel Alonso Martín, y auspiciado por la RFHE presidida por el teniente general Nogueras Márquez. A partir de ahí fue tomando forma la incipiente, pero muy fuerte, afición al Salto.

Convirtiéndome en jinete de competición, siempre que mis obligaciones profesionales y familiares me lo han permitido. Y en ello sigo. Si bien es cierto, hace unos pocos años que no compito por motivos de falta de tiempo, pero no descarto seguir haciéndolo.

Tomás en el Gran Premio del CSNA de Jaén en 1978

Caballos de importancia para usted y por qué los recuerda

¡He montado tantos! Casi siempre de mi propiedad. Necesitaría un esfuerzo de memoria grande para recordarlos todos, pero quizá los que más me han marcado han sido Saeta, un Anglo-hispano-árabe tremendamente voluntarioso, que contra todo pronóstico llegó a correr grandes premios de concursos, entonces llamados A, obteniendo muchas clasificaciones en grandes premios y pruebas de nacionales C.

Después en mi última etapa en las pistas Renoir, caballo CDE criado en Asturias, con el que conseguí quedar segundo en el Gran Premio del último concurso celebrado en Granada, en la antigua hípica.

Y quizás el mejor que he tenido ha sido Manhatan, hijo de Renoir y criado por mí. Desgraciadamente falleció repentinamente hace pocos años, antes de debutarlo.

¿Puede referenciarnos algunos momentos de su vida hípica, anécdotas y fechas relevantes al caballo?

Solía hacer los concursos más próximos a mi residencia en Jaén o en Baeza, lo cual no quita que a veces me desplazara al norte habiendo corrido en Las Mestas A, Cartagena A, la ruta de La Luna en Vejer y un largo etc. Repito, siempre como amateur, sacando tiempo de donde no lo había.

Para mí la equitación siempre ha sido un reto y una aventura, de modo que solo me gustaba montar caballos con dificultades. Cuando alguno iba bien y me permitía disfrutar en la competición y aspirar a buenos resultados, me aburría y buscaba otro con problemas para corregir.

El concurso hípico es una deliciosa aventura, no solo la competición en sí, sino el viaje, el embarque, la estancia en el sitio del concurso, la relación con el resto de participantes, con la organización. Recuerdo en este sentido los concursos de Cartagena en Semana Santa donde era tal la cantidad de eventos sociales a la que nos invitaban que casi no quedaba tiempo para ocuparnos de los caballos.

El candidato atento en una recogida de premios

En cuanto a lo referido a la de aventura, recuerdo los viajes en tren desde Granada hasta el norte, donde nos daban un vagón vacío en los que teníamos que alojar a veces hasta ocho caballos, y nosotros, que dormíamos prácticamente debajo de las extremidades de los caballos, pasábamos hasta 4 días, que a veces era lo que duraba el viaje. Era tal la ilusión, que aún a sabiendas de que la cuadra no me iba a permitir tener grandes resultados en la competición, volvería a hacerlo y hasta siento añoranza de aquellas incomodidades.

¿A qué asociaciones, grupos o colectivos hípico-ecuestre pertenece?

Siempre he sido socio del Club Hípico de Jaén desde su fundación en 1974, y de la Real Sociedad Hípica de Granada.

Por desgracia, el primero no tiene ya vida social y la RSHG ha desaparecido como tal a pesar de las nuevas y magníficas instalaciones que tenía.

Desde hace bastantes años tengo mis propias instalaciones, primero en Baeza y actualmente en Jaén capital, pues, aunque a veces montar solo pueda resultar aburrido, no es mi caso. Como ya he dicho, me gusta domar potros y solucionar caballos con dificultades, y ambas cosas exigen una concentración que se alcanza mejor estando solo, sobre todo en las primeras horas del día, de madrugada, incluso en pleno invierno, que es cuando suelo montar para así tener el resto del día disponible para el trabajo.

Actualmente, y desde hace un tiempo, soy socio del Club Hípico La Herradura de Palma del Río (Córdoba), de mi buena amiga Alicia Caro que me acompaña en la candidatura como vicepresidenta.

En un descanso en la Romería de la Yedra en Baeza en 1987

Tomás, ¿tiene alguna similitud su presidencia en el Real Jaén, con su pretensión al mismo cargo en la FAH?

Son cosas totalmente distintas. Lo del Real Jaén fue algo sobrevenido, un reto empresarial mezclado con el deseo de hacer algo por mi tierra a través de una institución señera en la provincia. Era un proyecto para unos años que, por circunstancias personales, me han obligado a abandonar con gran pesar mucho antes de tenerlo desarrollado.

Lo de la FAH es distinto, nace del deseo de hacer algo por una afición que me acompaña durante toda mi vida y así poder vivirla con más intensidad.

Hemos sabido de las irregularidades y denuncias interpuestas a directivos de la actual FAH, ¿podría esbozarnos, lo que para usted está siendo verdaderamente flagrante?
Creo que lo más significativo es la creación de una serie de clubes fantasmas, y que, aparentemente no tienen otra finalidad que alterar la composición de la asamblea que elige los cargos.

¿Le dicen sus asesores jurídicos si alguna de estas irregularidades puede terminar en los tribunales de justicia?

Como bien dices, eso es un tema jurídico y deben ser los técnicos quienes valoren las consecuencias de esas posibles irregularidades. A partir de que tengamos claro a qué nos enfrentamos, tomaremos como candidatura la decisión que creamos más oportuna, siempre como candidatura, no como algo personal.

Participando en el CNSC de Jaén en 2002

¿Es partícipe de que a la presidencia de la FAH se tenga opción por unos mandatos concretos?

Pienso que en cualquier puesto público se está para servir y no para ser servido. Se debe estar en el mismo mientras se sea capaz de aportar algo al bien común y siempre con la puerta abierta a nuevas y renovadoras iniciativas. Lo que no acepto es que el cargo de directivo se tome como un puesto de trabajo o, peor aún, como un modus vivendi, y mucho peor, si se crea una camarilla o pequeña corte que de algún modo vive o se beneficia de dicho cargo.


¿Cree que la Hípica tiene interés y peso en las instituciones políticas de Andalucía?

Como cualquier otra actividad. Somos los interesados en la misma los que debemos exponer y convencer a los políticos de la incidencia social, económica, etc. Y, por tanto, su repercusión en el interés general y en el bienestar social que tiene la actividad que sea. Pero no esperemos que los políticos, por propia iniciativa, se interesen por algo.


¿Cómo ve el nivel de la cultura del caballo en Andalucía? ¿Cómo podríamos potenciarla?

La cultura del caballo en Andalucía es enorme. Tenemos esa ventaja. Falta canalizarla y así darle visibilidad institucional que es lo que le falta para así darle seriedad. Alejarla de tópicos y sacarle todo el rendimiento que encierra como han hecho en otros países con menos tradición hípica que nuestra Andalucía.

Presidiendo un partido del Real Jaén en La Victoria en 2018


¿Qué mensaje ha lanzado para tener unos compañeros de candidatura, en muchos casos, tan relevantes?

Un mensaje muy simple, somos buenos aficionados que por afición y solo por afición queremos hacer algo por la hípica de una manera altruista, sin sueldos ni ningún tipo de gastos; con objeto de que al jinete y aficionado en general le salga más barato la práctica de la equitación, pues como he dicho, yo soy jinete y aficionado, y por tanto empatizo con todos ellos.

Queremos simplificar todo lo que se pueda los trámites burocráticos, pues pienso que las cosas para que funcionen deben ser sencillas, y en general se carga al ciudadano con una serie de trabas burocráticas que parecen no tener más misión que justificar una administración sobredimensionada, y la Hípica es un claro ejemplo de lo que digo.

Para los profesionales que nos acompañan, un funcionamiento más ágil, justo y económico de la FAH va a repercutir favorablemente en su negocio.

Si tuviera que pedir su voto a los lectores de nuestra revista, ¿cómo lo haría y qué les diría?

Utilizaría los argumentos que han convencido a tantos profesionales y figuras de la Hípica para acompañarnos.

Los lectores a fin de cuentas son aficionados que además de las dificultades propias de esta afición, que quizá por eso engancha tanto como todo lo difícil y arriesgado, se encuentran con una serie de trabas y gastos administrativos que son los que nosotros vamos a tratar de aligerar.

Utilice este medio para animar a los jóvenes a que se federen, única manera de potenciar deportivamente la Hípica, y por qué lo deberían hacer.

Es evidente que para llevar adelante programas de promoción de la Hípica y poder rebajar el precio de las licencias y servicios que presta la FAH y visualizar nuestra fuerza ante los políticos necesitamos una base, mientras más amplia mejor. Si conseguimos nuestros objetivos, cualquier aficionado va a disfrutar más de su afición, pero para eso necesitamos el apoyo de todos y la única y efectiva manera de apoyar es federándose.

Pidiendo el voto para la presidencia de la FAH en 2020

¿Le gustaría comentar algo que no le hayamos preguntado?

Para terminar, quiero resaltar que nosotros no vamos contra nadie. Queremos mirar solo hacia delante, desarrollar nuestro programa y que todos disfrutemos de nuestra afición.

Dicho esto lo que ocurre es que no nos encontramos con un proceso electoral normal donde sea “un federado un voto”, sino que es un sistema complejo que claramente favorece a quien está en el cargo, donde se vota por estamentos y solo unos pocos, y esto nos ha obligado a tomar una serie de medidas que nos permiten tener alguna opción, para tener esa mayoría en la asamblea que es lo que resulta determinante.

Quiero dirigir el mensaje en especial a tantos buenos aficionados y amigos que por diversos medios nos han hecho sentir su apoyo, que a pesar de la dificultad vamos a luchar hasta agotar todas las posibilidades, para que se produzca con honradez, transparencia y honestidad el cambio que todos ansiamos.

Muchas gracias a todos los lectores y aficionados en general

Un cordial saludo de Tomás Membrado Martínez.

Texto Redacción/ Fotos: Cedidas por el entrevistado

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