…y Badajoz volvió a ser lo que era

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Si el año pasado, tras la celebración del Campeonato de España, criticamos la deficiente organización del concurso pacense, este año solo podemos decir que los fallos padecidos se han corregido y que el concurso de Badajoz, celebrado durante los días 13 y 14 de junio, volvió a ser lo que siempre ha sido, uno de los mejores concursos del circuito nacional de Acoso y Derribo.

Organización. El Comité Organizador, la Asociación de Garrochistas Extremeños y el Ayuntamiento de Badajoz no han regateado esfuerzo alguno para el buen resultado final del concurso, y su efecto no se ha hecho esperar.

En primer lugar se ha mejorado el cerramiento del corredero y de los corrales, sobre todo del de contraquerencia, que ha sido modificado sustancialmente siguiendo los sabios consejos de Eusebio Cid. Si en próximas ediciones se pudiera agrandar unos diez pasos los corrales y la mangada de salida se hiciera recta, para que el ganado vea mejor la querencia, creemos que los resultados serían aún mejores.

Por otro lado, para mover el ganado y para encargarse del movimiento de corrales, se contrató a Eusebio Cid, un verdadero maestro, que auxiliado por su hijo y por Yony, el mayoral de Torrete, hizo un gran trabajo, consiguiendo que hubiera fluidez y seguridad en la salida de las vacas, sin carreras ni aspavientos innecesarios en estas.

Por último debemos resaltar la acertada elección del ganado de ambos días, todo muy bien presentado, muy igualado, en peso y volumen, y con las querencias bien fijadas… ¡y eso se nota! Los dos días, las vacas bravas eran del encaste murubeño de Luis Terrón; las mansas del primer día eran alentejanas, vacas portuguesas muy parecidas a nuestras retintas, propiedad del garrochista Álvaro Verdugo y las de la final eran novillas retintas pertenecientes a Carlos Ballesteros y a Carande.

Nuestra sincera felicitación a todos porque, junto al exquisito comportamiento y buenas actuaciones de los garrochistas participantes y el buen desempeño de su labor por parte del jurado de campo, hicieron que el numeroso público asistente disfrutara de un gran concurso. No quisiéramos olvidarnos tampoco del detalle de la organización de contar con el speaker José Enrique Pardo que, con lenguaje sencillo y preciso, comentó en directo todo lo que acontecía en el corredero, realizando una útil y amena labor, tanto para los neófitos como para los aficionados a esta disciplina. ¡Enhorabuena a todos ellos!

Primer día. Con las altas temperaturas habituales en Badajoz por estas fechas, fueron 33 las colleras que se dieron cita en el buen corredero de la Carretera de Elvas.

Tras el correspondiente sorteo para determinar el orden de salida, se procedió a correr la vuelta de vacas bravas que nos ofrecieron un buen juego, aunque algo embroconas. Había que medirlas muy bien en la carrera, dándole algunos palos pero sin abusar del puyeo, descubriendo a los garrochistas y amparadores que corren poco ganado bravo. La primera echada se la dejaban dar, pero la segunda había que “sacársela”. Esto hizo que disfrutásemos con buenas actuaciones de los amparadores conocedores del ganado bravo, disfrutamos con hermosas faenas, tirando de la vaca para que su garrochista pudiera volver al soltar, de la mano de Teo Daza, Quitín Santos, Manolo Sánchez Muriel, José Antonio de la Cruz, José Mª García Campillo, Palomo, etc. Fue un verdadero disfrute para los aficionados. Solo se corrieron dos vacas de repetición.

Seis colleras lograron dos volteretas y doce puntos, las capitaneadas por Valentín Sánchez Prieto, Benito Carrasco, Francisco Castillo, Juan Rivas, Julio Terrón y Rafael Molina, aunque esta restó un punto negativo al caer la vaca fuera del cuadrilátero en la segunda voltereta. Con nueve puntos, producto de una primera voltereta y una posterior echada, le seguían Miguel Higuero, Álvaro Verdugo y Pablo de la Puerta. De ahí para atrás, las veinticuatro colleras restantes, lo que da idea de las dificultades de esta vuelta.

En la vuelta de mansas, unas espectaculares alentejanas de Verdugo, estuvo la cosa bastante más igualada, puesto que las vacas corrieron muy bien y, está visto y comprobado que, el peso y el volumen son poco hándicap para la excelente técnica y pericia de la mayoría de los garrochistas. Tan es así que otra vez fueron seis las colleras que obtuvieron tres volteretas, las capitaneadas por Israel Alonso, Luis Muñoz Bigeriego, Rafael Molina, Álvaro Verdugo, Benito Carrasco y Valentín Sánchez Prieto, aunque este con un punto menos por caer la vaca fuera del cuadrilátero en la última acción.

Con dos volteretas y una echada eran doce las colleras clasificadas. A saber, Fernando Castaño, Pablo de la Puerta, Francisco Castillo, Ignacio Molina, Teo Daza, Carlos Ballesteros, Fernando Meuriño (amparado por la amazona María Moura Caetano), Francisco Chavero, Juan Rivas, Julio Terrón, Miguel Ángel Vílchez y Javier González Barquero. Los cinco últimos de esta relación restaban un punto menos por quedar la vaca fuera del cuadrilátero en la última acción. En esta vuelta se corrió una sola vaca de repetición.

La apretada clasificación provisional era encabezada por la collera campeona de España de la Disciplina, Benito Carrasco amparado por Teo Daza, que eran los únicos en conseguir la máxima puntuación, 30 puntos. A continuación, con un punto menos, empataban Rafael Molina Candau y Valentín Sánchez Prieto, y con veintisiete puntos estaban igualados los extremeños Álvaro Verdugo y Francisco Castillo. Le seguían con 26 puntos Juan Rivas, Julio Terrón y Luis Muñoz Bigeriego; y con 24 se encontraban Fernando Castaño, Pablo de la Puerta, Paco Chavero e Israel Alonso.

Por lo tanto, la clasificación provisional estaba muy apretada, perduraban la emoción y la incertidumbre del resultado final y cualquiera de esas doce colleras podía alzarse con el triunfo en la jornada siguiente.

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