El Salón Internacional del Caballo PRE, SICAB, ha cerrado su edición de 2016 evidenciando ciertas carencias. Lo que siempre se había tenido por un evento de calado y repercusión mundial, y evidente revulsivo para la ciudad de Sevilla, parece haber perdido fuelle.
Público hubo. Mucho. Pero no el acostumbrado, ni el deseado para que “salgan las cuentas”. Tal vez sí a nivel de taquilla, con unas incongruentes tarifas que incrementaban en un euro aquellos tickets adquiridos a través de internet.
Pero sin duda no para los expositores. Bastó con preguntar al personal de varios stands para conocer que se estaba viviendo una edición descafeinada. Se animó un poco en el tramo final, coincidiendo con el fin de semana, pero con cotas mínimas en el arranque.
Dentro de ese público la gran merma fue la de extranjeros, uno de los grandes alicientes de SICAB por permitir a los empresarios establecer relaciones comerciales a nivel internacional. Esto parece deberse a la ubicación actual del Salón en el calendario, coincidiendo con importantes ferias europeas como la de Verona o Golegã.
Con este panorama ha sido evidente la progresiva retirada de stands puramente relacionados con el caballo, llevando a un protagonismo de las prendas de vestir en el pabellón número dos de FIBES.
Tampoco estaban demasiado contentos los expositores con la reducción de pases gratuitos para su personal, o para incentivar sus ventas. Además, ante la prohibición de meter furgonetas en el recinto a partir del lunes, muchos se vieron obligados a montar su stand el domingo, con la sorpresa de encontrarse unas decenas de vehículos de portes el lunes, pese a la negativa.
En el caso de los ganaderos, si estos querían adquirir pases extra vía tarjeta de crédito debían pagar una comisión, porcentaje que generalmente asume la otra parte del negocio.
Como decimos, no es que haya sido un SICAB alarmante. Por ejemplo, el portal SICAB TV ha funcionado mejor que nunca, con visitas a través de la App para smartphones desde medio centenar de países. Pero sí con avisos de alerta.
Los famosos de peso, parte vital de la proyección del evento, también se han contado en bastante menor número, algo lógico cuando el caballo, el verdadero protagonista, también ha visto reducido su número de ejemplares. 1.069, una gran cifra, pero de 40 caballos menos que en su edición 2015.
Es el momento de reflexionar y pensar en cambios. Por ejemplo el del formato, bastante anticuado, con una disposición de stands (sin calles o bloques numerados) algo obsoleta, una iluminación pobre, concursos con inscripciones nimias que aseguraban medalla a todo jinete, etc.
Mientras tanto, ANCCE, la entidad organizadora, ha ofrecido su versión del “exitoso” SICAB, un documento que puede encontrar en este enlace.
Texto y foto: Redacción.