Cómo aprender y percibir las condiciones físicas y psicológicas de los caballos
Hasta hoy, el Dr. Heuschmann ha presentado La anatomía funcional del caballo en más de 300 conferencias y dice: «Me sorprende una y otra vez el poco conocimiento anatómico que tienen los amantes de los caballos para poderlo integrar en la práctica diaria. Si se aprende a percibir y considerar las condiciones físicas y psicológicas de los caballos, pueden evitarse fácilmente muchos errores en el entrenamiento del caballo y el jinete».
Fundamentos anatómicos
El caballo, un ser desconocido
Cualquier entrenador de fútbol o de tenis tiene unas nociones generales más o menos fundadas sobre los principios de la psicología del entrenamiento y sobre el cuerpo humano. En este caso, se parte con una gran ventaja: tanto el entrenador como el alumno son humanos y pueden percibir que sensaciones producen sobre sus cuerpos los diferentes estímulos de cada tipo de entrenamiento los días posteriores. En cambio, en el caso del caballo y el jinete, se encuentran dos seres que viven en planetas distintos: las personas no pueden saber qué se siente al ser un caballo.
Los caballos tienen casi tan buen olfato como los perros, y mucho mejor que los hombres, aunque tienen un campo visual totalmente distinto y otras percepciones de los colores. Todo su sistema sensitivo y de reacción está diseñado para vivir en manada en la estepa, detectar anticipadamente los potenciales peligros y emprender la fuga a tiempo. Para conseguir que un ser tan extraño coopere y poder superar junto a él retos difíciles, no solo se necesita comprensión, sino también sólidos conocimientos acerca de la tan diferente experiencia y naturaleza de los caballos.
Solo así puede conseguirse que montar a caballo resulte divertido para ambas partes, o llevarlos al éxito como caballos-atletas, sin lastimarlos. Todo jinete debería ser consciente del hecho de que, desde el momento en que se sienta sobre el caballo, se convierte en entrenador y tiene un rol decisivo en coma lo presenta. Todos, entrenadores y jinetes, estarán de acuerdo con los objetivos del entrenamiento: queremos producir caballos relajados, felices y sanos, que aporten placer a sus jinetes en las pistas de concurso o en otras actividades coma compañeros fiables en el tiempo de ocio.
Además, por mucho afecto y por mucho sentimiento de afinidad que tengan con el caballo, las personas deberían resistir la tentación de atribuirle cualidades humanas, tanto positivas coma negativas. Un caballo nunca trama deliberadamente vicios y conductas para su jinete mientras esta en el box. Este reacciona directa o indirectamente a las ayudas, bien o mal aplicadas, o a las experiencias que haya vivido con su jinete o con sus cuidadores. Las insubordinaciones, tensiones y muchos de los daños físicos muy a menudo se deben a un trato incorrecto. Las rutinas o sesiones de entrenamiento demasiado exigentes o demasiado monótonas pueden provocar desequilibrios físicos y psíquicos en el caballo. Si el jinete no detecta las razones, sino que reacciona brusca y crispadamente cuando el caballo se tensa, se crea rápidamente un círculo vicioso del que difícilmente saldrán. Muchos jinetes deben aprender a reconocer e interpretar correctamente las señales y mensajes de su caballo antes de poder romper este círculo.
¿Tiene que bajar la cabeza el caballo?
Diariamente puede verse en las pistas de todas partes del mundo cómo los jinetes intentan bajar la cabeza del caballo hasta conseguir una posición supuestamente correcta según su idea subjetiva. Cuando les pregunto por qué hacen esto, a menudo resulta que muchos de ellos (tanto aficionados como profesionales) no saben ni qué hacen ni por qué lo hacen. En algún momento han aprendido que «se debe bajar la cabeza del caballo» y ya está. Ésta y otras suposiciones acerca de la equitación presuntamente «correcta» están ampliamente extendidas. En muchas clases de equitación también se describe exactamente como debería procederse en el entrenamiento de los caballos de silla, pero a menudo se busca en vano un razonamiento comprensible para cada uno de los pasos del entrenamiento.
¿Qué es lo que deberían saber los jinetes antes de entrenar a un caballo?
Una vez se hayan entendido las importantes circunstancias que se describen a continuación relativas a la anatomía del caballo y su función, se debería poder comprender cuáles son los métodos de equitación saludables para el caballo, cuáles pueden causarle daños y por qué.
Ante todo, cabe añadir otra observación: los conocimientos que aquí se divulgan acerca de la anatomía funcional del caballo se exponen correctamente según el estado actual de la formación veterinaria y han sido revisados y ampliados a lo largo de mi experiencia práctica de muchos años. Establecer pruebas científicas mediante un estudio a gran escala sería difícil, si no imposible, de llevar a cabo. Considero más importante describir las singularidades anatómicas y fisiológicas del cuerpo del caballo de manera comprensible para que tanto jinetes como entrenadores puedan aplicar estos conocimientos en la práctica.
Para poder entender la anatomía funcional del caballo, primero hay que adquirir unos conocimientos básicos de su anatomía en general. Intentaré presentar esta materia tan densa de forma breve, precisa y comprensible. ¡Espero que no se pierdan!
Foto de inicio: Una joven amazona ha decidido que el caballo debe llevar la cabeza abajo. Debe aprender los principios clásicos de la equitación por el bien de su caballo.
Texto y fotografías: Del libro «El dedo en la llaga», del Dr. Med. Vet. Gerd Heuschmann y publicado por Picobello Publishing
Pero debe bajar la cAbeza el caballo
El hacer bajar la cabeza es bueno para reforzar la grupa y los posteriores en consecuencia el tono muscular del dorso, en el entreno debe hacerse con mayor impulso con la ayuda de un asiento ligero y el lenguaje de las piernas del jinete, siempre sintiendo y siguiendo el ritmo del caballo. El aire al paso y el trote en suspensión por parte del jinete es un buen ejercicio siempre que sea su duración corta. El trabajar al caballo pie a tierra a la cuerda sobre barras de tranqueo, ayuda a que tome el hábito y se pueda realizar en su monta.