Es un simulador muy práctico donde aprender el manejo del caballo y las ayudas del jinete

Cuando pensamos en un caballo de madera nos imaginamos los balancines de los pequeños de la casa o los caballitos de los stands de fotografías que se instalan en las ferias. Pero este caballo de “madera” no es un “juguete” como tal, sino una nueva forma de comenzar en la equitación. Dispone de un mecanismo de balanceo que simula el movimiento real del caballo en los tres aires y que se activa en función del nivel o condición física del usuario.

Esta nueva forma de “montar a caballo” se utiliza en escuelas de equitación, en la preparación física y rehabilitación de jinetes o amazonas y en sesiones de trabajo con personas con algún tipo de discapacidad, tanto intelectual como física.

Cuando se domina la técnica de la equitación, montar a caballo es una experiencia única, entre otras razones, por el contacto con el animal.

Pero durante el proceso de aprendizaje, es más fácil que el caballo reaccione indebidamente a nuestros estímulos, pudiendo generar desconfianza o incluso miedo en jinetes noveles. Para montar correctamente, además de conocer las diferentes técnicas de control del caballo, también debemos adaptarnos a su movimiento.

Actualmente, desde Sant Cugat del Vallès (Barcelona) se llevan a cabo sesiones de aprendizaje dirigidas por un especialista que enseña las distintas técnicas de equitación. Además, la práctica con el simulador durante las sesiones de aprendizaje permitirá avanzar más rápidamente en dicho aprendizaje, motor de los distintos tipos de movimientos que se deben realizar al montar a caballo sin miedo a caerse y sin interferir durante el proceso en el bienestar del animal.

Entrenamiento

Los jinetes pueden corregir su posición en la montura, reforzar los grupos musculares que intervienen en la práctica de la equitación y mejorar su condición física, todo ello en un entorno controlado y con la supervisión de un especialista.

Las piernas y el asiento son los que hacen funcionar el caballo, igual que en la realidad. El caballo mecánico no se cansa nunca y puede estar trotando o galopando durante toda la sesión de entrenamiento.

Frente al caballo mecánico hay situada una pantalla que puede proyectar distintos recorridos grabados en modo de cámara subjetiva para ayudar al jinete a recrear la sesión de pasear por el campo a caballo, realizar una reprise de Doma o participar en un concurso de Salto. Esta técnica, además de amenizar la sesión de entrenamiento, se puede practicar las transiciones y los aires del caballo cuando se sigue lo que se está viendo en pantalla.

Además, hay situado un espejo junto a nuestro “caballo”, permitiendo así que el jinete pueda verse mientras monta, corrigiendo su posición, etc., haciendo que este tenga una sensación casi real y le motive a ir a un ritmo y a un aire del caballo concreto, apropiado al medio ambiente en que discurren las imágenes. Otras técnicas, como la filmación en vídeo, pueden ser utilizadas para analizar las sesiones de entrenamiento, tras terminarlas.

Recuperación de lesiones

Los centros de rehabilitación no disponen normalmente de aparatos que trabajen las zonas del cuerpo que son esenciales para montar a caballo.

Con este sistema se actúa sobre esas zonas, haciendo el mismo ejercicio que cuando se monta, aumentando, a la vez, la fuerza y la confianza mientras que disminuye el tiempo que se necesita para volver a practicar la equitación.

Por otro lado, las personas que presentan trastornos neurológicos o problemas de equilibrio y mareos, también se beneficiarán con estos ejercicios.

Con el simulador mejorará la flexibilidad, coordinación y equilibrio del jinete.

Terapias especiales

En Estados Unidos, las sesiones de trabajo realizadas con este sistema han ayudado, de forma controlada, a personas que sufren enfermedades como artritis, parálisis cerebral, distrofia muscular, esclerosis múltiple, fibromialgia, lesión de medula espinal, trauma en la cabeza, amputaciones y otras lesiones cerebro-vasculares. Con este simulador se puede practicar el “back-riding”, técnica que permite situar al terapeuta detrás del paciente.

Además, también es una herramienta útil para personas con problemas emocionales y de aprendizaje, así como para los que padecen autismo o síndrome de down.

La práctica con el “caballo” durante las sesiones ofrece un beneficio similar al que se experimenta con un caballo real, pero en un espacio interior y más controlado.

Imagen de inicio: El caballo mecánico, el simulador Indoor más práctico para aprender equitación  

Texto y Fotos: Redacción