Frankie Dettori, el mejor jockey de nuestra generación
Si el mundo vuelve a su ser en 2022 y el público llena de nuevo a rebosar los hipódromos en las grandes ocasiones, las dos ediciones del mitin de Epsom discurridas en los años covid serán recordadas por muchísimos años. Y no solo por haberse disputado la primera sin público y la segunda con una muestra de 4.000 aficionados, en un evento multitudinario que suele sobrepasar los 100.000
Cada una de las ediciones tanto del Derby como del Oaks de estos dos años relucen por lo peculiar de cada una de las sorprendentes largadas. Si es difícil olvidar a los ganadores de 2020, Love y Serpentine, por razones diametralmente opuestas, el reflejo de un espejo parece lo ocurrido este fin de semana en las praderas de Epsom Downs, condado de Surrey.
Centrémonos primero en las hembras, que este año bien que lo han merecido, pues nuevamente esta carrera, cuya creación en el siglo XVIII precedió en un año al propio Derby, parece haber alumbrado a una nueva super estrella hípica. La japonesa Snowfall, entrenada en Irlanda por la todopoderosa cuadra Ballydoyle, se pegó el paseo de su vida al escaparse del lote como muy pocas veces se ve en este deporte, y casi nunca a este nivel de Grupo 1, e irse hacia la meta para imponerse por 16 cuerpos, distancia realmente sideral para purasangres que hasta los últimos cuatrocientos metros no suelen poner en marcha toda su velocidad. La ventaja se fraguó en unos pocos trancos desde que Frankie Dettori (¡otra vez él, el mejor jockey de nuestra generación!) pisara el acelerador de esta hija de Deep Impact, semental convertido en el mejor embajador que jamás dio el turf nipón.
Ahora la yegua entrenada por Aidan O’Brien es ya favorita para al Arco del Triunfo, siguiendo los pasos que recorriera a sus tres años la mítica Enable, aunque hay varios datos que sugieren esperar a ver si confirma su clase en el Oaks irlandés, pues al fin y al cabo a dos años solo consiguió ganar una carrera menor y dos de sus escoltas en Epsom tenían cotizaciones de 50 y 40 a 1, lo que hace dudar de la categoría de esta edición.
Poco más o menos lo mismo puede decirse del Derby 2021, ganado por Godolphin, la otra gran cuadra europea, con la que era la tercera opción de los tres caballos que presentaba y también escoltado en la llegada por un segundo clasificado, Mojo Star, que pagaba 50/1, siendo el último favorito de todo el lote. El mismo Adayar tenía esa misma cotización en la mañana de la carrera, pero la masa de dinero que movieron los apostantes en su favor, algún rumor debió de correr entre bambalinas, le bajaron hasta los 16/1 finales. Su jockey, Adam Kirby, estaba contratado para montar a uno de sus rivales hasta el miércoles, 72 horas antes de la carrera, pero la retirada de un caballo movió varios jockeys de silla y Kirby terminó en la del que sería vencedor. Ambos tuvieron que atravesar un momento de enorme valentía para ganar la carrera: en plena recta final, el puntero Gear Up abrió un mínimo hueco entre él y el rail, y Adayar y Kirby se lanzaron por él jugándose el tipo. La historia acabó bien, pero de no haberse abierto dicho hueco, da un poco de vértigo pensar que el ganador del Derby 2021 podría haber sido Mojo Star, un caballo que aún era (y es) no ganador y que venía de correr un simple maiden en Newbury.
El ganador Adayar, al fin y al cabo doble segundo en dos de las preparatorias clásicas del Derby, deberá demostrar en el futuro su valía real, mientras que de la carrera sale aún con más prestigio su compañero de cuadra Hurricane Lane, el único de los favoritos de la carrera en acercarse a la gemela ganadora y en cumplir en la pista su opción potencial.
Fotografía de inicio: Snowfall desdibujando a sus rivales en la llegada de Epsom Oaks 2021
Texto: Jesús y Jorge de Miguel
Expertos en Turf/ jesdemiguel@europe.com
Fotografías: Megan Ridgewell – The Jockey Club